La pandemia de COVID-19 sigue constituyendo una emergencia de salud pública de importancia internacional [1]
El Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional (RSI - 2005) sobre la pandemia de enfermedad por el coronavirus de 2019 (COVID-19) se reunió por decimocuarta vez el viernes 27 de enero de 2023 y emitió un informe en el que recomienda que la pandemia siga constituyendo una emergencia de salud pública de importancia internacional.
El Director General de la OMS, doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, está de acuerdo con el asesoramiento ofrecido por el Comité y determina que el evento sigue constituyendo una emergencia.
El doctor Tedros reconoce la opinión del Comité de que la pandemia de COVID-19 se encuentra probablemente en un punto de transición y agradece su asesoramiento para navegar por esta transición con cuidado y mitigar las posibles consecuencias negativas.
El Comité advirtió que "se necesitan medidas de salud pública a largo plazo", ya que se espera que el virus siga siendo un patógeno establecido en un futuro inmediato.
El Comité recomendó que la OMS, en consulta con los asociados y las partes interesadas, elabore una propuesta de mecanismos alternativos para mantener la atención mundial y nacional sobre la COVID-19 una vez finalizada la emergencia, incluido, en caso necesario, un posible comité de revisión que asesore sobre recomendaciones permanentes en el marco del RSI.
El Comité también pidió a la Secretaría de la OMS que proporcionara una evaluación de las implicaciones normativas para el desarrollo y la autorización de vacunas, métodos de diagnóstico y medios terapéuticos en caso de que la emergencia finalice en los próximos meses.
Asimismo, alentó a la OMS a evaluar y, en caso necesario, acelerar la integración de la vigilancia de COVID-19 en el Sistema Mundial de Vigilancia y Respuesta a la Gripe.
El Comité de Emergencia emitió siete Recomendaciones Temporales a los Estados Miembros de la OMS, las que se basan en:
- Centrarse en la vacunación y los refuerzos;
- Mejorar la notificación de datos a la OMS;
- Aumentar la utilización y la disponibilidad a largo plazo de vacunas, medios de diagnóstico y terapéuticos contra la COVID-19;
- Prepararse para futuros brotes;
- Trabajar con las comunidades;
- Ajustar las medidas de viaje al riesgo;
- Apoyar la investigación para mejorar las vacunas y la condición posterior a la COVID-19.
Lea las recomendaciones detalladas (en inglés): Declaración de la 14ª reunión (30 de enero) [4]