Luchar contra el cambio climático beneficia la salud y el bolsillo [1]
La contaminación del aire causa siete millones de muertes anualmente en todo el mundo y cuesta más de 5000 millones de dólares en pérdidas a nivel mundial.
Cumplir con los objetivos del Acuerdo de París podría salvar alrededor de un millón de vidas anualmente para 2050 sólo teniendo en cuenta la meta de reducir la contaminación del aire, asegura un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) [4], presentado este miércoles en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático COP24 en Katowice, Polonia.
El estudio asegura además que el valor de los beneficios para la salud derivados de la acción climática sería alrededor del doble de lo que costará llevar a cabo las políticas de mitigación a nivel mundial. La relación costo beneficio es aún mayor en países como China e India.
En los quince países que emiten la mayor cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero, se estima que los impactos en la salud representan más del 4% de su Producto Interno Bruto (PIB). Las medidas para cumplir con el Acuerdo de París se estima que costarían alrededor del 1% del PIB mundial.
El Acuerdo de París es potencialmente el acuerdo de salud más fuerte de este siglo.
"El Acuerdo de París es potencialmente el acuerdo de salud más fuerte de este siglo. La evidencia es clara de que el cambio climático ya está teniendo un impacto grave en la vida y la salud de las personas. Amenaza los elementos básicos que todos necesitamos para una buena salud: aire limpio, agua potable, suministro de alimentos nutritivos y refugio seguro, y socavará décadas de progreso en la salud mundial. No podemos permitirnos retrasar más la acción", declaró el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Una emergencia de salud pública
Las mismas actividades humanas que están desestabilizando el clima de la Tierra también contribuyen directamente a la mala salud, asegura la Organización, que resalta que el verdadero costo del cambio climático se siente en los hospitales y en los pulmones de la población.
“La carga sanitaria de las fuentes de energía contaminantes es ahora tan alta, que pasar a opciones más limpias y más sostenibles para el suministro de energía, el transporte y los sistemas alimentarios se paga por sí solo", asegura la Dra. María Neira, directora de Salud Pública, determinantes ambientales y sociales de la OMS.
"Cuando se toma en cuenta la salud, la mitigación del cambio climático es una oportunidad, no un costo", agrega.
Cambiar a fuentes de energía bajas en carbono no solo mejorará la calidad del aire, sino que también brindará oportunidades adicionales para obtener beneficios de salud inmediatos. Por ejemplo, la introducción de opciones de transporte activo, como el ciclismo, ayudará a aumentar la actividad física que puede prevenir enfermedades como la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardíacas.
La OMS asegura que a pesar de que países de todo el mundo están tomando medidas para proteger a sus ciudadanos de los impactos del cambio climático, la escala de apoyo sigue siendo muy inadecuada, especialmente para los pequeños estados insulares y los países menos desarrollados. Solo aproximadamente el 0,5% de los fondos multilaterales para el clima dispersos para la adaptación al cambio climático se han asignado a proyectos de salud.
“Para nosotros esta es una emergencia sanitaria, es una emergencia de salud pública acabar con ese terrible peso que representan los siete millones de muertos cada año por la contaminación del aire”, resalta Neira.
El informe llama a los países a tener en cuenta la salud en todos los análisis de costo-beneficio de la mitigación del cambio climático. También recomienda a los Gobiernos que utilicen incentivos fiscales como la fijación de precios del carbono y los subsidios a la energía para motivar a los sectores a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes del aire. Además, alienta a las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) a eliminar las barreras existentes para apoyar sistemas de salud que sean resistentes al clima.
“Es una cuestión de que estamos viendo un aumento importante en los casos de asma, de enfermedades respiratorias crónicas, estamos viendo más cáncer de pulmón e incluso accidente cerebrovascular que tienen que ver con esa contaminación del aire. Eso la gente lo entiende: cuando respiras aire contaminado te afecta tu salud. Eso nos puede ayudar a cambiar la velocidad y la escala de acciones que tenemos que tomar en cambio climático y traducirlo en algo mucho más positivo y que la gente entienda que es para proteger su salud”, concluye la Dra. Neira.