De los 2200 millones de casos de deficiencia visual, casi la mitad podrían haberse evitado [1]
La Organización Mundial de la Salud advirtió este martes que más de mil millones de personas padecen deficiencias visuales debido a que no recibieron la atención adecuada para el tratamiento de enfermedades como la hipermetropía, el glaucoma y las cataratas.
Según concluye el primer Informe mundial sobre la visión [4] (en Inglés), publicado en vísperas del Día Mundial de la Vista que se celebra el 10 de octubre, el aumento de la deficiencia visual se debe a una combinación de factores como el envejecimiento de la población, los cambios en los estilos de vida y el acceso limitado a la atención oftalmológica.
El problema de la deficiencia visual es una adversidad que, según palabras del doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización, está muy extendido y sigue sin tratarse frecuentemente.
“Las personas que necesitan atención oftalmológica deben poder recibir tratamientos de calidad sin padecer privaciones económicas. Incluir la atención oftalmológica en los planes nacionales de salud y en los programas asistenciales es una parte importante del progreso de cada país hacia la cobertura sanitaria universal”, destacó.
Al mismo tiempo consideró “inaceptable” que 65 millones de personas sufran ceguera u otros problemas visuales “cuando su visión podría corregirse de la noche a la mañana con una operación de cataratas”, o cuando “más de 800 millones” sufra adversidades para efectuar sus actividades cotidianas porque no tiene a su alcance unas gafas.
Así, de los 2200 millones de personas que la Organización Mundial de la Salud estima que sufren deficiencia visual o ceguera, al menos 1000 millones tienen una carencia visual que podría haberse evitado o que todavía no ha sido tratada.
El problema de vivir en regiones de ingresos bajos
Las enfermedades oftalmológicas y deficiencias visuales afectan en mayor número a las personas que viven en zonas rurales, a las de rentas bajas, a las mujeres, a las personas mayores, a las personas con discapacidad, a las minorías étnicas y a las poblaciones indígenas.
Se estima que la demanda no atendida de la miopía en las regiones de ingresos bajos y medios es cuatro veces mayor que en las regiones de ingresos altos.
Las tasas de ceguera en las regiones de ingresos bajos y medios del África subsahariana occidental y oriental y del sur de Asia son ocho veces más elevadas que las de todos los países de ingresos altos. Las tasas de cataratas y triquiasis tracomatosa son más altas entre las mujeres, especialmente en los países de ingresos bajos y medios.
Los 1000 millones de personas que sufren deficiencia visual o ceguera debido a la miopía, la hipermetropía y las cataratas precisan 14.300 millones de dólares para atender sus necesidades.
Principales factores del aumento
Pese a que las estrategias nacionales de prevención prestan especial atención a las enfermedades oculares que pueden causar deficiencia visual o ceguera, como las cataratas o el tracoma, no se han de obviar otras afecciones oculares que normalmente no afectan a la visión como la xeroftalmía y la conjuntivitis.
También se ha de tener en cuenta que el envejecimiento de la población unido a su crecimiento hará crecer de forma considerable el número total de personas con enfermedades oculares y deficiencia visual.
Los principales factores que causan las afecciones oculares más frecuentes:
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Para la miopía se indica que el aumento de horas en espacios interiores y las actividades que implican una “visión de cerca” provocan que un mayor número de personas padezcan miopía. A fin de disminuir este riesgo se recomienda pasar más tiempo en espacios abiertos.
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Para la retinopatía diabética se alerta que el aumento de personas que sufren diabetes, especialmente de tipo 2, puede llegar a afectar a la visión en caso de no detectarse y tratarse. Con el objetivo de proteger la visión se recomienda realizar exámenes oftalmológicos de rutina y un buen control de la diabetes
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Para la detección tardía debida a servicios de atención oftalmológica deficientes o mal integrados, la posibilidad de acceder a exámenes rutinarios que sirvan para detectar afecciones y conduzcan a la prestación de una atención o tratamiento preventivo adecuado.
La importancia del acceso a los servicios
El estudio también destaca la necesidad de llevar a cabo una mayor integración y coordinación de los servicios nacionales de salud, especialmente a nivel de atención primaria, para garantizar la atención oftalmológica de un mayor número de personas mediante la prevención, la detección precoz, el tratamiento y la rehabilitación.
El responsable del área de ceguera y deficiencia visual de la Organización Mundial de la Salud, el doctor Alarcos Cieza, recordó que millones de personas sufren este tipo de problemas “y no pueden participar plenamente en la sociedad porque carecen de acceso a servicios de rehabilitación. En un mundo construido en base a la capacidad de ver, los servicios de atención oftalmológica, incluida la rehabilitación, deben proporcionarse más cerca de las comunidades para que las personas alcancen su máximo potencial”.