Protección respiratoria en la pandemia COVID-19: cubre boca y nariz, barbijos quirúrgicos y respiradores
Review / Summary:
El SARS-CoV-2, virus que causa COVID-19, infecta a las personas a través de los ojos, la nariz y la boca, y al igual que muchos virus respiratorios, se puede propagar en pequeñas gotas al toser, estornudar y tocar superficies contaminadas liberadas de la nariz y la boca de una persona infectada. Existen cada vez más estudios que demostrarían la permanencia en aire de partículas producidas al hablar, y por tanto del virus en el aire.
Los barbijos (N95 –respiradores- y los quirúrgicos) filtran partículas, y son ampliamente utilizados en áreas de atención médicas para reducir la exposición e inhalación de partículas presentes en el aire. Estos productos médicos se consideran elementos de protección personal respiratoria (EPPr), también llamados intervenciones físicas/no farmacológicas, utilizados en la prevención de enfermedades respiratorias infecciosas (Grinshpun, Haruta, & Enin, 2009).
El debate actual está centrado en el hecho de que las personas que no presentan síntomas al portar barbijos o cubre boca y nariz, podrían reducir el riesgo de transmisión de la infección, aunque no de evitar infectarse.
El objetivo del presente artículo fue hacer una revisión para evaluar la eficacia y seguridad que podrían otorgar los cubre boca y nariz, los barbijos quirúrgicos y los N95 en la prevención de la enfermedad vinculada al COVID-19.
Se realizó una búsqueda en bases de datos, libre y manual, tendiente a verificar el grado de seguridad y eficacia que podrían otorgar los cubre boca y nariz los barbijos quirúrgicos y los N95.
De no mediar transmisión aérea, su uso en la comunidad no se justificaría en virtud de medidas igual de efectivas para la prevención como el distanciamiento social y el lavado de manos y superficies.