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Publicado en: 28/07/2021

El COVID-19 sigue impidiendo que los niños de 18 países de América Latina vayan a la escuela

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ONU News

 

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia alertó este martes que el cierre de las escuelas debido a la pandemia de coronavirus sigue afectando a más de 600 millones de niños de países no afectados por el receso académico durante el verano.

En conferencia de prensa en Ginebra, el portavoz de UNICEF James Elder destacó que, pese a producirse algunos de los cierres más prolongados y algunos regresos puntuales, en América Latina y el Caribe todavía hay 18 países y territorios donde las escuelas están total o parcialmente cerradas.

La situación en Asia y el Pacífico tampoco es optimista y sus escuelas continuaron cerradas en casi la mitad de los países durante más de 200 días, mientras que en África oriental y meridional cuatro de cada diez niños no van al colegio.

"Observamos que en toda la región se vuelven a cerrar las escuelas a mitad de curso debido a las recientes oleadas de COVID-19, y se calcula que más de 32 millones de niños están fuera de la escuela debido a los cierres por la pandemia o por no haber regresado una vez que sus escuelas abrieron a principios de este año. Esto se suma a los 37 millones de niños que se calcula que estaban sin escolarizar antes de la pandemia”, especificó.

Elder explicó que en esos países la educación y la seguridad han sido reemplazados por la ansiedad, la violencia y los embarazos adolescentes.

“Por ejemplo, en Uganda hubo un aumento de más del 20% en los embarazos entre las jóvenes de 10 a 24 años que buscaban atención prenatal entre marzo del año pasado y este mes de junio”, indicó.

 

La educación remota, esa realidad imposible para algunos menores

El vocero del Fondo de la ONU añadió que el aprendizaje a distancia no es posible para al menos un tercio de todos los niños en edad escolar.

"UNICEF calcula que en Asia Oriental y el Pacífico más de 80 millones de niños no tuvieron acceso a ningún tipo de enseñanza a distancia durante el cierre de las escuelas. En África oriental y meridional, las escuelas de Uganda han estado cerradas durante 306 días y el país tiene la menor conectividad a Internet en casa (0,3%); seguido de cerca por Sudán del Sur, con 231 días de cierre total de las escuelas y, de nuevo, menos de la mitad de los escolares tienen acceso a Internet en casa”, señaló.

En un claro aviso a los gobernantes recordó que no hay mejor inversión que la educación e indicó que la escolarización aumenta los ingresos de los países un 10% al año.

Elder destacó que esta situación no puede continuar, aunque reconoció que los gobernantes se enfrentan a una disyuntiva “imposible”: la de cerrar sus comunidades o ayudar a facilitar la propagación masiva de una enfermedad peligrosa.

Pese a ello, consideró que las escuelas deberían ser las “ultimas en cerrar y las primeras en reabrir” y destacó que los centros de enseñanza primaria y secundaria no están entre los principales impulsores de la transmisión.

 

Propuestas de UNICEF a la crisis

Ante esta complicada situación, UNICEF insta a los países a tomar cinco medidas:

  • Las escuelas deberían volver a abrir lo antes posible y su reapertura no ha de depender de la vacunación de todos los profesores y alumnos. La vacunación de los trabajadores de primera línea y de los que corren más riesgo de sufrir enfermedades graves y de morir continuará siendo una prioridad
  • Los gobiernos y los donantes deben garantizar los presupuestos destinados a la educación
  • A medida que las escuelas vuelvan a abrir sus puertas, es necesario ampliar el número de niños matriculados e incluir a los que no asistían a clase antes de la pandemia de COVID-19. Esta acción puede realizarse eliminando las barreras financieras, proporcionando recursos de aprendizaje, flexibilizando los requisitos de inscripción y ofreciendo programas flexibles, tanto en la escuela como en los programas no formales. Matricular a todos los nuevos alumnos en la escuela, independientemente de su edad, es una estrategia clave
  • Aumentar las transferencias de efectivo para los más vulnerables, incluso ampliando la financiación a través de un mecanismo de financiación global, con recursos procedentes de los ahorros del alivio de la deuda, los fondos de las instituciones financieras internacionales y el cumplimiento de los compromisos de ayuda oficial al desarrollo por parte de los gobiernos donantes
  • Hacer todo lo posible para acabar con la pandemia empezando por garantizar la disponibilidad en todas partes de la vacuna contra la COVID-19. El mecanismo COVAX, liderado por la Organización Mundial de la Salud, Gavi, la Alianza para las Vacunas y la Coalición para las Innovaciones en la Preparación ante las Epidemias, con UNICEF como socio responsable de su ejecución, constituyen una opción para la distribución equitativa de vacunas