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Publicado en: 02/02/2018

Información sobre Fiebre Amarilla

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La fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda, hemorrágica, que es endémica en áreas tropicales de África y América Latina. 

Es difícil diferenciar muchas veces entre casos de fiebre amarilla y otras fiebres hemorrágicas virales como arenavirus, el hantavirus, o el dengue. Los síntomas aparecen entre 3 y 6 días después de la picadura de un mosquito infectado. En una fase inicial causa fiebre, dolor muscular y de cabeza, escalofríos, pérdida del apetito y náuseas o vómitos. Para la mayoría de los pacientes estos síntomas desaparecen después de 3 a 4 días. Sin embargo, el 15% entra en una segunda fase, más tóxica dentro de las 24 horas siguientes a la remisión inicial en donde vuelve la fiebre alta y varios sistemas del cuerpo son afectados. No existe un tratamiento específico para la fiebre amarilla, la vacuna es la medida preventiva más importante y es segura, asequible y muy eficaz que proporciona inmunidad efectiva dentro de los 30 días para el 99% de las personas vacunadas. Una sola dosis es suficiente para conferir inmunidad sostenida y proteger de por vida contra la enfermedad.

Fiebre amarilla en las Américas para el público general

 

La vacunación es la forma más eficaz de prevenir la fiebre amarilla. En áreas de alto riesgo, donde la cobertura vacunal es baja, el pronto reconocimiento y control de brotes recurriendo a la inmunización de masa es fundamental para prevenir epidemias. Es importante vacunar a la mayoría (80% o más) de la población en riesgo para evitar la transmisión en una región con epidemia de fiebre amarilla.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) también ha recomendado a los países de las Américas realizar una evaluación de las coberturas de vacunación contra la fiebre amarilla en áreas de riesgo para garantizar al menos el 95% de cobertura en la población que vive en esas áreas .

Diversas estrategias de vacunación se utilizan para proteger contra los brotes: inmunización de rutina en lactantes; campañas de vacunación en masa planeadas para aumentar la cobertura en países con riesgo; y vacunación de viajeros que van a áreas endémicas de fiebre amarilla.

La OMS recomienda que sólo una dosis ya sea capaz de proteger a la persona inmunizada contra la enfermedad por el resto de su vida, sin que sea necesario administrar ningún refuerzo.

De acuerdo con el Reglamento Sanitario Internacional (RSI), los países tienen el derecho de exigir a los viajeros el certificado de vacunación contra la fiebre amarilla. Si hay razones médicas para que no haya vacunación, deberá presentarse un certificado expedido por las autoridades competentes. El RSI es un marco jurídicamente vinculante para impedir la propagación de enfermedades infecciosas y otras amenazas a la salud. La exigencia del certificado de vacunación queda a criterio de cada Estado Parte y, actualmente, no es solicitado por todos los países.