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Publicado en: 10/08/2020

Covid-19: Evento debate vacunas como bienes públicos globales

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Ricardo Valverde (Agência Fiocruz de Notícias)

El Centro de Relaciones Internacionales en Salud (Cris/Fiocruz), la Escuela Nacional de Salud Pública (Ensp/Fiocruz), la Red de Escuelas de Salud Pública de América Latina (Resp-AL), la Alianza Latinoamericana de Salud Global (Alasag), la Red Argentina de Escuelas de Salud Pública y la Red Internacional de Técnicos de Salud (Rets), que suelen actuar en sociedad, promovieron el seminario internacional Vacunas y medicamentos para Covid-19 como bienes públicos globales. El evento, ocurrido en 30 de julio, se puede ver integralmente en el canal de Videosalud Distribuidora en YouTube.

El encuentro realizado de forma online, tuvo como objetivo reflexionar sobre el acceso a las vacunas y medicamentos contra el Covid-19, en los países en desarrollo. Los conferenciantes fueron: el asesor del Ministro de Salud de Costa Rica, Albin Chaves; el investigador de la Fundación Ifarma (Colombia), Francisco Rossi; el director del Instituto de Tecnología en Inmunobiológicos (Bio-Manguinhos/Fiocruz), Maurício Zuma; el investigador de Cris/Fiocruz y secretario ejecutivo de Alasag, Sebastián Tobar; y el investigador de Fiocruz Jorge Bermudez.

Tobar, que fue el mediador del seminario, recordó que el acceso a las vacunas y medicamentos contra el nuevo coronavirus deben ser bienes públicos globales, como lo recomendó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su última asamblea general. “El virus no respeta fronteras. Y al inmunizar a una persona también beneficiamos a otras. Sin embargo, sabemos las inmensas dificultades que existen para garantizar el acceso a todos, sobre todo en los países más pobres, que concentran la mayor parte de la población mundial. Existen grandes asimetrías entre los países al igual que dentro de los países. En ese sentido, teniendo en cuenta la infinidad de limitaciones con las que nos enfrentamos, necesitamos tener la responsabilidad de garantizar el acceso

a todos. La cooperación internacional servirá exactamente para ese fin: hacer esfuerzos para que todos puedan ser inmunizados. No es admisible que grandes conglomerados farmacéuticos globales desarrollen una vacuna y limiten su acceso, cobrando valores altísimos por el producto, haciendo inviable la inmunización de los pobres”.

Tobar recordó una frase dicha en 1955 por el virólogo Jonas Salk, que había acabado de descubrir la vacuna contra la poliomielitis, sobre quién tendría la patente. Salk respondió con una pregunta que entró para la Historia: “No hay patente. ¿Usted podría patentear al sol?”.

En seguida vino la intervención del investigador de Fiocruz Jorge Bermudez. Él dijo que la pandemia impactó a todo el mundo, pero las respuestas fueron diferentes, dejando aún más evidentes las desigualdades globales e incluso profundizándolas. “Personas en situación de calle, ambulantes, personas que habitan comunidades pobres, indígenas... todos estos grupos están al margen del acceso a los tratamientos y pueden quedar fuera de la inmunización. Por eso nos cabe un esfuerzo para impedir que esta situación se llegue a concretizar”.

Para Bermudez, el falso dilema entre salvar vidas o salvar la economía no puede permitir una paralización de iniciativas. “Hay una dificultad en enfrentar las desigualdades, pero hemos visto reuniones de la ONU, de la OMS, de los ministros de Salud del G-20 y también de otros foros internacionales, con la orientación hacia la Agenda 2030. Es necesario un plan global de acción en salud pública, que abarque innovación y propiedad intelectual, regulación, precios adecuados, acceso, cobertura, compras conjuntas abastecimiento para que podamos dar una respuesta a la altura de este desafío excepcional”.

Bermudez alertó, sin embargo, que la solidaridad demostrada hasta el momento por muchos líderes tal vez no llegue a salir del papel. “Vemos la carrera que algunos

países ricos están haciendo por apropiarse y comprar todo, dejando a los pobres en el hambre. Al final, vivimos en una sociedad depredadora y excluyente. Es indignante y asustador saber que se habla de una vacuna que, de acuerdo con algunos fabricantes internacionales, podrá costar ¡US$ 40 la dosis! Esto es la negación de la solidaridad y refleja una concepción de mundo egoísta y cruel”.

“ Se ha creado un grupo parlamentario iberoamericano progresista para elaborar una propuesta regional que permita el acceso a todos y a todas a los tratamientos contra el Covid-19. Más allá de eso, precisamos estar dispuestos a luchar por un ‘nuevo normal’, con un mundo más solidario y acogedor, que comparta el conocimiento y bloquee monopolios. Tenemos que promover mayor equidad en esta región de 570 millones de habitantes”.

Bermudez hizo el cierre de su participación recordando una frase de la que entonces era primera ministra de la India, Indira Gandhi, que pronunció en la Asamblea General de la ONU en 1982. “ La idea de un mundo mejor ordenado es un mundo en que los descubrimientos estén libres de patentes y no haya lucro con la vida y la muerte”.

Después vino la intervención del asesor del Ministro de Salud de Costa Rica, Albin Chaves. Él expuso sobre el sistema de salud de su país, que tiene la menor tasa de mortalidad por Covid-19 en América Latina. Esa realidad se debe mucho a la actuación de los Equipos Básicos de Asistencia Integral a la salud (Ebais), que están en la línea de frente del combate a la pandemia en el país centroamericano. Los Ebais son más de mil centros de salud esparcidos por el país, con médicos, enfermeros, asistentes técnicos y farmacéuticos. Chaves narró la actuação de la Caja Costarriqueña de Seguro Social (CCSS), que mantiene una docena de hospitales. El país invierte más de 6% de su Producto Bruto Interno en salud y prácticamente 100% de la población tiene cañerías de agua en casa. “Nuestros principios son equidad, solidaridad y universalidad”.

“El país invierte macizamente, dentro de sus posibilidades, en prevención. Disponemos de políticas públicas claras con respecto a vacunas y medicamentos. En el plano internacional, el gobierno de Costa Rica le propuso a la ONU un plan que prevé colaboración internacional, sociedades y acceso al conocimiento. Existen dificultades, claro, porque ni todos tienen las mismas intenciones. Pero este es el camino”. Costa Rica es el país de América Latina con la expectativa de vida más alta al nacer: 77,75 años de edad. Y uno de los países con la más baja tasa de mortalidad: 10,82%.

El investigador de la Fundación Ifarma (Colombia), el epidemiólogo Francisco Rossi, quien también trabajó en la OMS y en Opas, intervino en seguida. Según lo que dijo él, la batalla por el acceso a vacunas y a medicamentos contra el Covid-19 es una de las principales pautas de actuación de Ifarma en este momento. Rossi, sin embargo, fue categórico al dejar clara su posición: “si es para volver a lo ‘normal antiguo’ es mejor no tener la vacuna. Esto porque lo que teníamos, y continuaríamos a tener, cuando vemos el nacionalismo exclusivista de países como Estados Unidos, era un mundo desigual y con profundas injusticias. Es imperioso superar esa realidad”.

Para Rossi, la pandemia es un problema global que necesita respuestas globales y humanitarias, desvinculadas de la idea de lucro. “Y es también un óptimo momento para discutir el tema de las patentes. En el caso de los medicamentos, no deberían existir. La propiedad intelectual representa una barrera al acceso de medicamentos”. Según Rossi, la tensión que surge entre los derechos humanos y los derechos comerciales de las empresas farmacéuticas es una situación relevante para los países de la región. Agregó que las multinacionales farmacéuticas buscan formas de generar monopolios en la distribución de medicamentos. “La esperanza está en la elaboración de instrumentos legales como oposición a las patentes, licenciamiento obligatorio y producción local, entre otros”.

El director del Instituto de Tecnología en Inmunobiológicos (Bio-Manguinhos/Fiocruz), Maurício Zuma, fue el participante siguiente. Zuma presentó al público del evento, en gran parte latinoamericano, la trayectoria de Fiocruz, con sus éxitos y conquistas, y su presencia en todas las regiones de Brasil. También abordó la actuación internacional de la Fundación y su asociación con institutos de investigación de diversos países en todos los continentes. Dijo que el concepto de salud como un bien público de todos se encuentra en los principios de Fiocruz desde que ha sido creada, hace 120 años.

Zuma también presentó el trabajo de Bio-Manghinhos y su producción de vacunas, kits para diagnóstico, biofármacos, vacunas, estudios clínicos y también la cualificación de recursos humanos. “En los últimos cinco años el Instituto produjeron 517 millones de dosis de vacunas, 47 millones de frascos de biofármacos y 32 millones de kits para diagnóstico. Exportamos para más de 70 países las vacunas de fiebre amarilla y meningitis ACW y estamos construyendo el Complejo Industrial de Biotecnología en salud (Cibs), que ampliará la oferta de vacunas y biofármacos para atender no solo los programas públicos de salud, sino también la demanda externa (OMS, Opas, Unicef) y cuadruplicar la capacidad de producción, además de permitir la introducción de nuevos productos”. El director también comentó la asociación con la farmacéutica AstraZeneca para producir la vacuna contra el nuevo coronavirus y dijo que Fiocruz está comprometida con que tenga el debido acceso. Para él, el costo de cada dosis, para el gobierno, deberá quedar en menos de US$ 4.

En seguida, los participantes previamente elegidos hicieron breves comentarios con respecto a las presentaciones. El coordinador de Cris/Fiocruz, Paulo Buss, dijo que el Grupo de los 77 solicitó una reunión de la Asamblea General de la ONU para discutir el acceso a las vacunas contra el Covid-19. El Grupo es una coalición de naciones en vías desarrollo que tiene por meta promover los intereses económicos de

sus miembros y crear una capacidad mejor de negociación conjunta en la ONU. “Defender la equidad es una lucha política difícil, pero, además de necesaria, es urgente. En el caso de Fiocruz mostramos que la institución puede ser un actor importante en el plano internacional y quedó comprobada una vez más la calidad del servidor público”. Buss, no obstante, extiende su mirada más allá de las fronteras nacionales. “Vamos a atender las necesidades de los ciudadanos brasileños, pero también seremos solidarios con nuestros hermanos latinoamericanos y con los países africanos de lengua portuguesa”.

El siguiente comentario fue el de la abogada Mirta Levis, de la Asociación Argentina de Salud Pública, directora del Centro de Estudios en Salud Global de la Universidad Isalud y ex directora ejecutiva de la Asociación Latinoamericana de Industrias Farmacéuticas. Hizo un rápido balance de la situación de los países de la región y observó que la mayor parte de los países del subcontinente no tienen capacidad para producir la vacuna contra el Covid-19, lo que hace aún más importante la cooperación internacional. “No podemos mantener este sistema que siempre deja a los países en vías de desarrollo como los últimos de la fila. Y lamentablemente existen posibilidades de que eso nuevamente ocurra, si la tendencia concentradora se confirma”. Después fue el turno del director del Instituto Nacional de Salud de Perú, Pedro Riega. Él lamentó lo que llamó “precariedad crónica” del sistema de salud de su país, que se agravó en esta pandemia. Dijo que hay una articulación de instituciones académicas peruanas con otras de los países vecinos con el objetivo de aminorar este problema, intercambiar experiencias y conocer iniciativas exitosas.

Finalmente, hubo el comentario de Helifrancis Condé Groppo Ruela, coordinador de Cooperación Internacional de la Escuela Politécnica de Salud (EPSJV/Fiocruz). Según él, es importante no naturalizar este momento, especialmente desde una perspectiva crítica que parte de la salud colectiva, la epidemiología crítica y la determinación social de la salud. “Covid-19 es el resultado de un método de producción destructivo y depredador”, enfatizó Helifrancis. Para el coordinador, es necesario centrarse no solo en los tratamientos necesarios y la vacuna adecuada, sino también en discutir las inequidades y desigualdades estructurales en los sistemas de salud. “La pandemia también ha sacudido los procesos de formación, ya que los estudiantes no tienen acceso a los servicios de salud. Es una generación que no podrá formarse adecuadamente ”.

Al final del evento los participantes acompañaron una presentación especial de varios músicos latinoamericanos. Ellos interpretaron la canción Latinoamérica, del grupo puertorriqueño Calle 13, que pregona la unión de los pueblos de la región.