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Publicado en: 15/10/2014

Expertos analizan nuevos desafíos salud mental en las Américas

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OMS

Promover servicios de salud mental accesibles, inclusivos y de calidad para la atención de salud de las personas con trastornos mentales es uno de los principales desafíos que enfrentan los países de la región, coincidieron en afirmar expertos que participaron del panel Salud mental, nuevos desafíos para las Américas, organizado por la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), en colaboración con la Universidad George Washington. 

El evento sirvió como marco para la presentación del nuevo Plan de Acción sobre Salud Mental de la OPS/OMS, aprobado el 1 de octubre pasado por su Consejo Directivo. “Este plan es la respuesta técnica y política en las Américas a la problemática de los trastornos mentales”, señaló el jefe de Salud Mental y Uso de Sustancias de la OPS/OMS, Jorge Rodríguez, y subrayó que “la Organización está comprometida con la necesidad de actuar para reducir la carga que significan los trastornos mentales y debidos al uso de sustancias psicoactivas, y para mejorar la capacidad de los Estados Miembros de responder a este reto creciente”.

Se estima que, aproximadamente 7 de cada 10 adultos que tienen un trastorno mental no recibe tratamiento en servicios de salud en las Américas. “El gran reto que hoy enfrentamos es la gran brecha de tratamiento que aún existe”, indicó Rodríguez. “Derribar las barreras de acceso a los servicios dentro de una política de cobertura universal es la clave, y esto pasa por la integración de la salud mental en los servicios generales de salud, en particular en la atención primaria”, aseguró.

En la región, entre el 19% y el 24% de la población adulta sufre de algún trastorno mental. La depresión sigue siendo el principal y es dos veces más frecuente en mujeres que en hombres. Unas 65.000 personas mueren por suicidio cada año en la región. También los trastornos por uso de alcohol y sustancias psicoactivas son un problema creciente y con gran impacto social, aunque a menudo no hay servicios adecuados para atender esta situación. 

A pesar de la implicancia para la salud que tienen estos trastornos, los recursos destinados por los países para afrontarlos “son insuficientes, están distribuidos desigualmente y, en ocasiones, son utilizados de modo ineficaz”, consideró el subdirector de la OPS/OMS, Francisco Becerra, y apeló a unir esfuerzos y tomar acciones claves en este campo. 

El plan de acción de la OPS insta a los países a evolucionar hacia un modelo de atención a la salud mental integral, descentralizado, participativo, basado en la comunidad, vinculado con la atención primaria de la salud, al que todos quienes lo necesiten puedan acceder, sin importar su condición, y donde existan servicios calificados de tratamiento y rehabilitación psicosocial.

Los diez principales desafíos en salud mental para las Américas según este Plan son:

1.   incluir la salud mental como una prioridad dentro de las políticas nacionales de salud;

2.   fortalecer los marcos legales para proteger los derechos humanos de las personas con trastornos mentales;

3.   promover el acceso universal y equitativo a una atención de salud mental de calidad;

4.   evolucionar del modelo centrado en los hospitales psiquiátricos hacia uno de base comunitaria con servicios de salud mental descentralizados y cercanos a la población; 

5.   asegurar el apoyo psicosocial a la población en situaciones de desastres;

6.   implementar acciones intersectoriales para la promoción de la salud mental y la prevención de los trastornos mentales; 

7.   emprender intervenciones para la prevención del suicidio; 

8.   implementar programas para atención de los problemas de salud mental en el adulto mayor, en particular las demencias;

9.   asegurar un abordaje de salud pública ante los problemas relacionados con el consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas; y

10.   asegurar la participación de la sociedad civil en la planificación e implementación de los programas de salud mental.