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Publicado en: 07/09/2025

Mujeres africanas unen su lucha por la igualdad y el acceso al financiamiento climático

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Leandro Molina / COP30 Brasil

                     

En los pasillos de la Semana del Clima de África, en Adís Abeba, Etiopía, abundan historias que ilustran cómo el cambio climático afecta la vida cotidiana de las mujeres en el continente. Mientras los líderes discuten estrategias de mitigación y adaptación, millones de africanas aún dedican horas cada día a buscar agua o leña, tareas que se vuelven más arduas frente a la degradación medioambiental.

La misión de valorizar el liderazgo femenino africano, impulsar propuestas políticas concretas e incorporar las demandas feministas en el centro de la declaración de la Cumbre del Clima de África y en los resultados de la COP30, fueron los puntos centrales del Día de Género de la Semana del Clima. El encuentro resaltó el protagonismo de las mujeres africanas y de los movimientos feministas en los debates sobre justicia climática en el continente.

En los países del África subsahariana con datos disponibles, las mujeres y niñas dedican muchas horas diarias a recolectar agua, según el Programa Internacional de Mujeres por el Medio Ambiente (WEP, por sus siglas en inglés). Esta sobrecarga evidencia cómo la falta de acceso al agua potable pesa de manera desproporcionada sobre ellas, restándoles tiempo que podría destinarse a la educación, al trabajo remunerado, al emprendimiento y a la participación política. La disparidad se agrava porque las mujeres dedican hasta cinco veces más horas que los hombres a trabajos no remunerados: en África Subsahariana, 3,1 veces más; en el Norte de África y Asia Occidental, 4,9 veces.

La exclusión energética es otro factor crítico. Seiscientos millones de africanos aún viven sin acceso a electricidad. Esta carencia recae sobre todo en las mujeres, quienes permanecen atadas a tareas manuales y ven limitado su acceso a la vida económica y política. Muchas también cocinan con leña o carbón en fogones rudimentarios dentro de sus casas, lo que las expone a enfermedades respiratorias graves causadas por la inhalación de humo tóxico, además de aumentar el riesgo de quemaduras y demandar largas horas en la recolección de madera, un esfuerzo físico que restringe aún más sus oportunidades de estudio y trabajo.

El encuentro evidenció que, aunque África es responsable de menos del 4 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, el continente enfrenta impactos severos del calentamiento global, como sequías prolongadas, escasez de agua, degradación de bosques y aumento de la inseguridad alimentaria. Las mujeres, que desempeñan un papel central en la gestión de recursos naturales y en la preservación de las comunidades, son las más afectadas, enfrentando riesgos de violencia y dificultades de acceso a cuidados esenciales.

El Día de Género reafirmó que la participación femenina es una cuestión de justicia y eficiencia. Las mujeres africanas son líderes, innovadoras y portadoras de saberes tradicionales fundamentales para la adaptación y la mitigación climática. En diversas comunidades, ellas encabezan prácticas de agricultura regenerativa, proyectos de energía solar e iniciativas de conservación forestal, demostrando que luchar contra la crisis climática puede ser también un camino hacia la emancipación.

Estudios del Programa señalan que las comunidades africanas ya practican estrategias de adaptación y uso sostenible de recursos que pueden servir de modelo global. Sin embargo, existe un déficit crítico de financiamiento. Se estima que el continente necesita alrededor de USD 250.000 millones anuales para adaptación y mitigación, pero recibe solo una fracción de ese monto, mientras que el compromiso global de USD 100.000 millones aún no se ha cumplido por completo.

                              

Financiamiento climático y equidad de género

Entre las soluciones debatidas, destaca la promoción de la equidad de género en todas las políticas y programas climáticos, garantizando que las mujeres no sean solo beneficiarias, sino también líderes en la implementación de estrategias. La capacitación en tecnologías verdes, el acceso a la educación climática y el apoyo a iniciativas locales fueron señalados como esenciales para fortalecer la resiliencia de las comunidades. La movilización de recursos renovables propios del continente, sin dependencia de importaciones, y el fortalecimiento de capacidades locales también figuran entre los puntos centrales.

La senegalesa Doris Mpoumou, representante especial de la ONU Mujeres ante la Unión Africana y la Comisión Económica de las Naciones Unidas para África, habló de los complejos desafíos que enfrentan las mujeres africanas frente a la crisis climática y de las soluciones necesarias para fortalecer su participación y liderazgo. Según ella, los impactos de los desastres naturales afectan a hombres y mujeres de manera distinta, por lo que es esencial que las políticas y decisiones climáticas integren las recomendaciones de las propias mujeres.

Mpoumou enfatizó la necesidad de simplificar y facilitar los mecanismos de financiamiento, señalando que actualmente el acceso a recursos es extremadamente difícil para las organizaciones africanas que trabajan en adaptación climática. “Es fundamental garantizar que los mecanismos de financiamiento sean responsables y respondan realmente a las necesidades de las comunidades”, afirmó, subrayando que contar con recursos adecuados es esencial para implementar soluciones efectivas y sostenibles.

La senegalesa también reiteró la importancia de incluir a mujeres africanas y afrodescendientes en todas las etapas de la toma de decisiones, desde la elaboración de documentos hasta la implementación de políticas, para que las respuestas climáticas reflejen sus realidades.

                                   

Más mujeres en las negociaciones internacionales

Datos presentados muestran que la desigualdad persiste en los espacios de decisión. Un estudio de la Gender and Environment Data Alliance (GEDA) revela que, en la COP29, apenas el 32 % de los delegados africanos eran mujeres y que en 53 de las 54 delegaciones del continente los hombres fueron mayoría. Otro dato indica que solo 4 de los 54 países africanos publican estadísticas desagregadas por sexo sobre mortalidad derivada de la contaminación o de desastres naturales.

La nigeriana Priscilla Achakpa, presidente del Programa Internacional de Mujeres por el Medio Ambiente, analizó los desafíos enfrentados por las mujeres africanas frente a la crisis climática y las soluciones innovadoras que están siendo implementadas. Según Achakpa, las africanas son desproporcionadamente afectadas por el desplazamiento forzado, la degradación medioambiental y la escasez de recursos básicos como agua y leña, viéndose muchas veces obligadas a recorrer largas distancias para satisfacer las necesidades diarias de sus comunidades.

Para enfrentar estos desafíos, las mujeres africanas han adoptado soluciones innovadoras, como sistemas de acuaponía, agricultura regenerativa y proyectos de energía limpia, que permiten mitigar los impactos del cambio climático. No obstante, Achakpa también destacó que la falta de financiamiento constituye un obstáculo crítico. Muchas organizaciones y comunidades no tienen acceso a recursos suficientes para implementar estas soluciones o participar en negociaciones internacionales, limitando la representación femenina en las decisiones climáticas globales.

La presidente del programa reforzó la importancia de la cooperación internacional, observando que las experiencias de adaptación africanas comparten similitudes con iniciativas en América Latina y en otras regiones. “La implementación de planes estratégicos para los próximos diez años debe incluir la presencia activa de las mujeres africanas en las negociaciones, no solo como voces consultivas, sino como líderes en la formulación de políticas y soluciones temáticas”, defendió.

COP30: Mujeres en la primera línea

El encuentro también abordó la importancia de integrar la perspectiva de género en negociaciones internacionales, como la COP30, garantizando que las decisiones globales reflejen la experiencia y el liderazgo de las mujeres africanas. El presidente de la COP30, embajador André Corrêa do Lago, quien participó en los debates, señaló que la cuestión de género ingresó tardíamente en las discusiones sobre cambio climático, pero que es esencial que ocupe un lugar destacado. “En la COP30, la agenda de género está presente en todas las negociaciones y acciones, reconociendo que las mujeres son responsables de gran parte de las soluciones innovadoras para enfrentar la crisis climática y representan un ejemplo de resiliencia frente a los desafíos medioambientales”, evaluó.

Ana Toni, directora ejecutiva de la COP30, reforzó la importancia del encuentro, destacando la energía y la colaboración entre mujeres africanas y afrobrasileñas. Según ella, la interacción entre estas líderes inspira acciones concretas para la COP30, reforzando que la conferencia debe estar centrada en las personas, especialmente en las mujeres, que están en la primera línea de la vulnerabilidad climática y, al mismo tiempo, actúan diariamente como agentes de cambio en sus comunidades.

La expectativa para la COP30, que tendrá lugar en Belém, Brasil, es de un giro en la forma en que el mundo implementa sus promesas. Las mujeres africanas ven esta conferencia como una oportunidad para poner en práctica soluciones que unan justicia climática y justicia de género. El consenso es que África no quiere solo reaccionar a la crisis, sino liderar el debate y demostrar que desarrollo e igualdad pueden caminar juntos.

El evento fue organizado por la Constituyente de Mujeres y Género de África (Africa-WGC), que reúne a más de 140 organizaciones que actúan en todo el continente, con el objetivo de amplificar la voz de las mujeres africanas, feministas y organizaciones comprometidas con la igualdad de género en los procesos climáticos vinculados a la UNFCCC. También participan en la alianza organizaciones como Akina Mama wa Afrika, la Unión de Mujeres, Niños y Niñas de Etiopía, el Programa Ambiental para Mujeres, Mujeres por el Cambio de Camerún y ONU Mujeres.