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Publicado en: 07/07/2021

La EPSJV, la RETS y sus subredes inician el ciclo de talleres sobre los desafíos de la formación de técnicos en salud durante la pandemia

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Julia Neves - EPSJV/Fiocruz

Como parte del plan de trabajo como Centro Colaborador de la OMS para la Educación de Técnicos en Salud, la Escuela Politécnica de Salud Joaquim Venâncio (EPSJV/Fiocruz) inició, el 6 de julio, el ciclo de talleres "Los desafíos de la formación de técnicos en salud durante la pandemia". La iniciativa se realiza en colaboración con la Red Internacional de Formación de Técnicos de la Salud (RETS), la Red Iberoamericana de Educación de Técnicos de la Salud (RIETS) y la Red de Escuelas Técnicas de la Salud de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (RETS-CPLP). El evento también cuenta con el apoyo del Centro de Relaciones Internacionales (Cris/Fiocruz) y de VideoSaúde Distribuidora de Fiocruz.

El propósito de la iniciativa es generar un espacio de intercambio, reflexión, aprendizaje y formulación de propuestas sobre las experiencias concretas de cómo las diferentes instituciones de formación han afrontado estos retos y alcanzado sus objetivos.

Para el coordinador de Cooperación Internacional de la EPSJV, Carlos Batistella, la importancia del ciclo de talleres se justifica en el surgimiento de la pandemia del Covid-19, que trajo desafíos a la humanidad. "Ha cuestionado sus modelos de desarrollo económico y social y el propio antropocentrismo. Certamente, su impacto más directo se produjo en los sistemas de salud, dejando al descubierto las debilidades de la red de atención hospitalaria, la vigilancia epidemiológica y la atención primaria", señaló.

Según él, la importante demanda de profesionales para hacer frente a la enfermedad también empezó a exigir respuestas de los organismos e instituciones responsables de la formación en materia de salud. "Sin embargo, con la adopción de las medidas recomendadas por la OMS para controlar la transmisión, muchas escuelas y centros de formación comenzaron a desarrollar sus actividades a distancia, lo que conlleva inmensos desafíos ético-políticos, pedagógicos y tecnológicos nunca antes enfrentados para su desempeño", dijo Batistella, y agregó que es en este contexto que el trabajo en red adquiere aún más importancia: "Los obstáculos pueden ciertamente ser superados más fácilmente si tratamos de aprender de la experiencia de otras instituciones que tienen los mismos objetivos, y que están experimentando las mismas dificultades". Los intercambios y la puesta en común de estrategias, propuestas y dispositivos utilizados en otras realidades permiten el análisis de alternativas y la construcción de políticas específicas en cada país".

Primer taller

Celebrado el 6 de julio, el primer taller del ciclo abordó el tema de las "prácticas profesionalizantes" que no puede hacerse de forma virtual. La presentación general estuvo a cargo de Sebastián Tobar, del Centro de Relaciones Internacionales en Salud (Cris) de Fiocruz, quien luego cedió la palabra a Anamaria Corbo, directora de la EPSJV/Fiocruz, y a Hernán Sepúlveda, asesor en Recursos Humanos para la Salud de la Oficina Subregional para América del Sur de la OPS/OMS.

Según Anamaria, los trabajadores técnicos, en el contexto de la Red, incluyen a todo el segmento de trabajadores de los sistemas nacionales de salud, que componen desde los niveles más elementales de educación. "Entonces, estamos hablando, por ejemplo, de los ACS [agentes comunitarios de salud], de los ACE [agentes de control de endemias] y de todos los que tienen calificación técnica, en todas sus áreas de actuación, que puede ser en el nivel secundario o medio (que es como lo llamamos aquí en Brasil) o en el nivel superior universitario y no universitario, que es la realidad en algunos otros países, y también los que integran el nivel tecnológico de formación, que estaría en el ámbito del nivel superior", explicó.

En opinión de Anamaria, existe una cierta invisibilidad de estas categorías profesionales y esto genera la necesidad de establecer una cooperación técnica a nivel nacional e internacional para promover y difundir conocimientos e intercambiar experiencias, para cualificar a estos trabajadores con vistas a mejorar la calidad del trabajo y la calidad de la atención en los sistemas nacionales de salud. "Esta situación, en el actual contexto pandémico, se hace aún más urgente. La pandemia no hará más que exacerbar las desigualdades que forman parte de nuestra formación social. Esto conlleva un reto mayor para todas las instituciones que se dedican a hacer, pensar y ejecutar la formación de estos trabajadores, no sólo respecto a cómo pensar en la formación, en el contexto de la pandemia, de los trabajadores que son absolutamente imprescindibles para afrontarla, sino también para pensar en los impactos futuros de la pandemia en la situación de calidad de vida y mortalidad de las poblaciones que son atendidas por los sistemas nacionales de salud", añadió.

En su discurso, Hernán compartió una visión general de la situación de los recursos humanos en los estados miembros de la OPS/OMS antes de la pandemia de Covid-19. Según él, a pesar de las iniciativas, faltan recursos humanos cualificados para acelerar la prestación de servicios sanitarios integrales y las funciones básicas de salud pública y para abordar los determinantes sociales de la salud. "También había grandes desigualdades en la distribución, una falta de coherencia entre el modelo de atención basado en redes integradas de profesionales y el modelo de educación y formación. Como sabemos, siempre ha existido un modelo basado en la hiperespecialización, los biomédicos y los hospitales, además de una financiación inadecuada, la diferencia de pago entre subsistemas y entre países. Todo esto se suma a la idea de que los recursos humanos se ven como un coste y no como una inversión", subrayó.

Hernán recordó que en 2017 todos los estados miembros de la OPS/OMS aprobaron una estrategia de recursos humanos para el acceso y la cobertura universal en salud. Según él, esta estrategia debe ser como una especie de guía para el desarrollo de políticas y planes de RRHH, siguiendo los principios de los derechos humanos, y con tiene tres grandes líneas de actuación". El primero es fortalecer y consolidar la gobernanza en materia de recursos humanos; el segundo es abordar las condiciones y el desarrollo de capacidades para un amplio acceso y cobertura con igualdad y calidad, es decir, atender la mala distribución y pensar en cómo llegamos con los profesionales de la salud a todos los rincones de nuestro país", dijo. Y por último, reorientar el sector educativo para que responda a las necesidades de los sistemas sanitarios en los procesos de transformación hacia la sanidad universal, es decir, preguntarnos si estamos formando a los trabajadores que nuestros sistemas requieren. Ante esto, los estados miembros solicitaron y luego aprobaron, en 2018, un Plan Regional con objetivos específicos y con indicadores para avanzar más rápidamente en esta estrategia.

Hernán presentó tres retos para los técnicos en salud: la planificación integral, el papel de los equipos interprofesionales y las políticas de formación. Según él, hasta ahora, pocos países hacen una planificación integral. Básicamente, planifican el número de médicos y especialistas, como mucho algunas otras profesiones. "Pero cuando hablamos de planificación integral, tenemos que mirar el total de los profesionales da salud, porque trabajan de forma sinérgica. Si seguimos planificando en una o dos profesiones, ciertamente, no podremos tener una mejor respuesta respecto a las necesidades y demandas sanitarias. El reto es también que los sistemas de información integren todos los sectores y segmentos de la salud", señaló.

En cuanto al papel de los equipos interprofesionales, Hernán dijo que es necesario fortalecer el primer nivel de atención, la salud básica. "En el primer nivel de atención podemos resolver el 80% de las necesidades sanitarias. Hemos visto que los países que enfrentaron la pandemia, reforzando este nivel de atención, lograron mejores resultados que los que esperaron en las etapas más críticas", dijo, y agregó que, precisamente por eso, el papel de los técnicos de salud es fundamental, porque está relacionado con todo el trabajo de pruebas, monitoreo e inserción en estos equipos. Por último, sobre las políticas de formación, Hernán destacó la necesidad de reorientar los planes de estudio, incluyendo a todos los profesionales técnicos de la salud.

Experiencias en Portugal y Argentina

"Sin duda, hay una combinación de crisis, retos y oportunidades. Una combinación que aún no está claro cuánto durará, pero que ha cambiado los ciclos de planificación en términos universales", dijo Gerardo Arturo Medina, del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA-Colombia), iniciando el debate. Esta parte del programa también reunió a la profesora Ana Almeida, de la Escuela Superior de Tecnología de la Salud de Lisboa (ESTeSL-Portugal) y a Gabriel Muntaabski, del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET), que coordina el Programa Nacional de Formación en Enfermería del Ministerio de Educación, Cultura y Ciencia y Tecnología de Argentina.

Durante las presentaciones, se evidenciaron los esfuerzos y soluciones encontradas por los países ante el contexto pandémico, como el apoyo a los estudiantes mediante becas, equipos y paquetes de acceso a internet, hasta acciones más específicas, como la reprogramación del calendario escolar, la adopción de la enseñanza híbrida, con alternancia de momentos presenciales y a distancia, la reducción del tiempo de permanencia de los estudiantes en la escuela, la diversificación de los campos de prácticas (muchos de ellos imposibilitados por la prioridad en la asistencia de Covid-19), y la disponibilidad de prácticas de simulación clínica presencial.

Ana mostró los retos de la formación de técnicos sanitarios en la ESTeSL durante la pandemia de Covid-19, destacando que es posible reorganizar los horarios de las prácticas para poder cumplir con el plan de estudios. Según el profesor, la ESTeSL forma en la actualidad, nueve titulaciones con una duración de cuatro años, siendo uno de prácticas, entre ellas, Ciencias del Laboratorio Biomédico, que forma profesionales en las áreas de Análisis Clínicos y Salud Pública y Anatomía Patológica, Citológica y Tanatológica. "Las prácticas y los trabajos clínicos, que son obligatorios, se llevan a cabo en diversas instituciones como hospitales públicos y privados, ayuntamientos, clínicas privadas, empresas, centros de investigación, farmacias comunitarias y ópticas", dijo.

Durante la pandemia, Ana señaló que el primer semestre del curso 2019/2020 se desarrolló desde octubre de 2019 hasta enero de 2020 sin ningún problema. En febrero de 2020, todavía era posible comenzar el segundo semestre, que tuvo que interrumpirse un mes después. "Así las cosas, hemos decidido suspender las prácticas el 9 de marzo y las clases presenciales el día 13. Tuvimos que adaptarnos, de repente, a la enseñanza a distancia y pusimos los ordenadores a disposición de los alumnos con dificultades económicas", recuerda.

Ana dijo que la mayor preocupación era en relación con las prácticas y, en conversaciones con otras instituciones del país, los coordinadores de los cursos se comprometieron a aprobar y graduar a los estudiantes con el 85% de la carga de prácticas completada. "Sin embargo, durante este tiempo, los alumnos tenían que realizar ejercicios y resolver casos clínicos en casa, había un esfuerzo por parte de los profesores que acompañaban a estos alumnos y los estimulaban en el aprendizaje a distancia", reveló.

Sobre la organización del curso 2020/2021, Ana expuso que la mitad de la clase comenzó a ser presencial de forma opcional y la otra mitad continuó a distancia, ya que las clases prácticas se realizaron de forma presencial durante tres horas una semana y una hora de clase asíncrona la otra semana. "La mayoría de las prácticas no se suspendieron en el primer semestre, ni siquiera durante el tiempo en que se declaró la situación de emergencia", dijo, y añadió que al aumentar los casos, el segundo semestre se ofreció a distancia desde el 8 de marzo hasta el 26 de abril, cuando se reanudaron las clases presenciales hasta el final en junio de 2021.

A lo largo de estos dos años, Ana informó de que se realizaron pruebas, puntualmente, a los alumnos antes del inicio de las prácticas y en toda la comunidad escolar con el regreso de las clases presenciales. "La pandemia presentó obstáculos que, con el compromiso de los estudiantes, los profesores, el personal no docente, los asesores de prácticas y las instituciones asociadas, pudimos superar, permitiendo a nuestros estudiantes enfrentarse al mundo laboral con confianza y esperanza", concluyó.

A continuación, Gabriel presentó la experiencia de Argentina en la formación de técnicos de enfermería durante la pandemia de Covid-19. Según él, el 19 de marzo de 2020 se suspendieron todas las actividades docentes presenciales en el país, que duraron prácticamente todo el año. Debido a la emergencia sanitaria internacional, el Ministerio de Educación, a través del Programa Nacional de Enfermería (Pronafe), decidió acompañar a las instituciones de enfermería apoyando sus trayectorias educativas. "Esto se hizo a partir de la necesidad de incluir nuevas enfermeras en el sistema de salud, ya que ya estaban estresadas por la pandemia y sufrieron miles de pacientes y la muerte de más de 200 enfermeras", dijo.

El apoyo a estas trayectorias educativas, según Gabriel, se hizo a través de dos procesos: la educación virtual y las prácticas profesionalizantes. Según él, Pronafe está en 221 instituciones públicas y privadas. "Hay más de 47 mil alumnos en estas escuelas de todo el país. Hicimos un acuerdo, a nivel nacional, que desarrolló un documento para la realización de prácticas profesionales simuladas en el 3er año en las instituciones de educación técnica superior que forman a los enfermeros", contó.

El componente de este acuerdo nacional pasó por recomendaciones, un plan de trabajo y un protocolo. "En un proceso de diálogo, llegamos a la conclusión de cuáles eran las habilidades y competencias que había que desarrollar a través de las prácticas en el contexto de la pandemia. Así, creamos un plan de trabajo para cada institución para conocer los espacios físicos, la cantidad de profesores y alumnos, el equipamiento necesario, etc. Además de un protocolo Covid en el que todas las instituciones desarrollaron sus actividades", señaló.

Con esto, continuó Gabriel, se realizó la Resolución Nº 384 del Consejo Federal de Educación, que permitió las prácticas profesionalizantes simuladas presenciales. "Cada provincia definió y estandarizó sus propias resoluciones y presentó al Pronafe un plan de trabajo de prácticas", dijo, y agregó que de esta manera el Pronafe acompaña a las instituciones con un plan pedagógico, técnico y operativo, generando homogeneidad entre las distintas experiencias de las provincias. "En noviembre de 2020, a continuación, comenzó las prácticas profesionales simuladas en las aulas, o virtualmente o todavía en el campo, como el trabajo de vacunación. Y en junio de 2021, 6033 estudiantes se graduaron en Enfermería", concluyó.

Sobre el ciclo de talleres

Los talleres se celebrarán cada 45 o 60 días, en portugués y español, con una duración de dos horas. La propuesta es presentar, en cada taller, las experiencias realizadas por los miembros de las redes, con el fin de permitir la difusión, la reflexión y el debate priorizando el intercambio entre los presentes.

A partir de las cuestiones debatidas, se definirán los temas de interés para los próximos talleres. La propuesta es que, como producto del ciclo de talleres, se prepare y difunda un documento que resuma los principales temas presentados. Este documento, que puede complementarse con los vídeos que estarán disponibles en Internet, puede constituir una herramienta que sirva de base para sus estrategias de formación.

Vea el primer taller completo:

Acceda a las presentaciones: