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Publicado en: 26/07/2019

La OMS publica las primeras directrices sobre intervenciones de salud digital

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Rafaela de Oliveira

Es fundamental aprovechar el potencial de las tecnologías digitales para alcanzar la cobertura sanitaria universal, de acuerdo con Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. La Organización Mundial de la Salud (OMS) publica este año nuevas recomendaciones para los países sobre 10 maneras de mejorar la salud de la población y los servicios básicos mediante teléfonos móviles, tabletas y ordenadores, por ejemplo. Estas tecnologías no son un fin en sí mismas, sino herramientas esenciales para promover la salud, preservar la seguridad mundial y servir a las poblaciones vulnerables.

En el transcurso de los dos últimos años, la OMS ha llevado a cabo un examen sistemático de los datos empíricos disponibles sobre las tecnologías digitales y ha consultado a expertos de todo el mundo para formular una serie de recomendaciones sobre algunas de las principales formas de utilizarlas para que tengan el máximo impacto en los sistemas sanitarios y la salud de la población. Una intervención en esta esfera que ya está surtiendo efectos positivos en algunas regiones es enviar recordatorios a las embarazadas para que acudan a las consultas prenatales y lleven a los niños a vacunarse.

También se han analizado otros recursos digitales, como los programas que ayudan a los trabajadores sanitarios a tomar decisiones sobre la atención a pacientes y los que permiten que personas y trabajadores sanitarios de lugares distintos se comuniquen y se consulten sobre cuestiones relacionadas con la salud. "Las tecnologías digitales ofrecen nuevas oportunidades para mejorar la salud de las personas, pero los datos indican que es difícil obtener resultados con algunas intervenciones", explica la Dra. Soumya Swaminathan, Directora Científica de la OMS.

Además, la Dra. Swaminathan considera que para integrar las tecnologías digitales en los sistemas sanitarios de forma sostenible es necesario demostrar que son ventajosas a largo plazo con respecto a la atención sanitaria tradicional. Por ejemplo, las directrices apuntan a las posibilidades que estas tecnologías ofrecen a los trabajadores sanitarios para mejorar la gestión del inventario, ya que permiten informar más eficazmente de las existencias y la escasez de productos. Sin embargo, para mejorar esta gestión no basta con transmitir esta información, pues los sistemas sanitarios deben intervenir con rapidez para reponer las existencias que faltan.

Por su parte, el Dr. Garrett Mehl, científico de la OMS especializado en investigación e innovaciones digitales, advierte de que el éxito de las intervenciones digitales "depende mucho del contexto y de que su diseño sea adecuado. Hay que tener en cuenta aspectos estructurales de los lugares donde se utilizan, la infraestructura disponible, las necesidades sanitarias que se pretenden satisfacer y la facilidad de uso de la propia tecnología".

Las intervenciones de salud digital, por sí solas, no son suficientes

Las directrices muestran que los sistemas de salud deben responder a la creciente visibilidad y disponibilidad de la información. Además, se debe garantizar a los usuarios que no se revelarán sus datos y que el acceso a datos personales sobre temas delicados, como la salud sexual y reproductiva, no acarrea riesgos. Por otro lado, es preciso formar suficientemente a los trabajadores sanitarios para motivarlos a que empiecen a adoptar esta nueva forma de trabajar y se familiaricen con la tecnología.

Las directrices hacen hincapié en la importancia de crear condiciones propicias para la capacitación, resolver la inestabilidad de las infraestructuras, aplicar políticas de protección de la privacidad de las personas, y garantizar la gobernanza y la coordinación a fin de evitar la fragmentación de estos instrumentos en el sistema de salud. Estas animan a las instancias normativas y ejecutivas a revisar esta situación e introducir adaptaciones para que los recursos digitales den lugar a cambios tangibles, y explican cómo tener en cuenta la privacidad de los datos de los pacientes al acceder a ellos.

Bernardo Mariano, Director de Sistemas de Información de la OMS, explica que estos recursos no funcionan como una 'varita mágica'. La OMS se esfuerza por que se empleen con la mayor eficacia posible, es decir, que aporten nuevas soluciones para los trabajadores sanitarios y las personas que los utilizan, que se tengan en cuenta las limitaciones infraestructurales y que se consiga una buena coordinación.

La iniciativa formula también recomendaciones sobre telemedicina para que las personas que viven en zonas remotas accedan a los servicios sanitarios mediante teléfonos móviles, sitios web u otras herramientas digitales. Como explica la OMS, la telemedicina es un complemento útil de la interacción presencial, pero no la sustituye por completo. Además, es importante que las personas que atienden sean siempre trabajadores sanitarios cualificados y que se garantice la confidencialidad de los datos de los pacientes.

Destaca-se también la importancia de que las soluciones de la salud digital permitan atender a los grupos poblacionales vulnerables y de garantizar que no los ponen en peligro.

Actividades de la OMS en la esfera de la salud digital

Estas nuevas directrices, que tratan solamente sobre una parte de los numerosos aspectos de la salud digital, constituyen el primer paso de las iniciativas previstas en torno al uso de estas tecnologías. En la Asamblea Mundial de la Salud de 2018, los gobiernos adoptaron por unanimidad una resolución en la que instaban a la OMS a elaborar una estrategia mundial sobre salud digital para ayudar a los países a alcanzar la cobertura sanitaria universal, una estrategia que será examinada por la Asamblea Mundial de la Salud en 2020.

Aunque la OMS está aumentando actualmente su interés por la salud digital, lleva trabajando en este tema desde hace varios años. Por ejemplo, en 2012 elaboró un manual de estrategias nacionales de cibersalud, publicado en colaboración con la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).

Para brindar ayuda a los gobiernos que desean supervisar y coordinar las inversiones en tecnologías digitales, la OMS ha elaborado el Atlas de la Salud Digital, una base de datos mundial en línea donde las administraciones pueden registrar sus actividades en este ámbito. Asimismo, ha establecido alianzas innovadoras con la UIT, como la iniciativa BeHe@lthy, BeMobile para prevenir y tratar las enfermedades no transmisibles y actividades encaminadas a crear capacidad en materia de salud digital a través de la Oficina Regional de África.

A lo largo de los años, la OMS ha publicado varios recursos de apoyo a la investigación y la aplicación en la esfera de la salud digital, entre ellos el conjunto de instrumentos de evaluación de la salud y planificación del alcance de estas intervenciones (MAPS, por sus siglas en inglés), un manual para el seguimiento y la evaluación de las intervenciones de salud digital y mecanismos para aprovechar las oportunidades que ofrecen las tecnologías digitales para poner fin a la tuberculosis.

El 6 de marzo de 2019, el Dr. Tedros anunció la creación del Departamento de Salud Digital, con el cual la OMS reforzará su función de evaluación de las tecnologías digitales y ayudará a los Estados Miembros a priorizarlas, integrarlas y regularlas.

 

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