República Dominicana es el primer país de las Américas en lanzar una guía para el manejo clínico de pacientes con chikungunya
Elaborada por el Ministerio de Salud Pública con el apoyo de la OPS/OMS, la publicación facilita el diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado de la enfermedad. Para Andrea Santana, médico de familia del Hospital General Plaza de la Salud, de Santo Domingo, República Dominicana, la palabra chikungunya casi no existía en su vocabulario médico hasta hace pocos meses.
“El chikungunya es nuevo para nosotros. Lo estamos viendo ahora”, dice Santana sobre el virus que llegó en abril de este año al país, importado desde otros territorios del Caribe. Desde entonces, se extendió a 19 provincias del territorio dominicano, enfermando a más de 193.000 personas y cobrándose la vida de tres, hasta la primera semana de julio, según datos oficiales.
El nombre del virus, que proviene del idioma makonde (Tanzania/Mozambique), significa “aquel que se encorva”, en referencia a los efectos que provoca. La enfermedad es transmitida por mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus infectados, los mismos que transmiten el dengue.
Para hacer frente a la brecha de conocimiento en la comunidad médica sobre esta enfermedad, el Ministerio de Salud Pública de República Dominicana, con apoyo de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), lanzó el 19 de mayo pasado una guía para el manejo clínico de los pacientes, la cual fue distribuida a hospitales públicos y privados del país.
“Ahora, cuando llega un paciente con fiebre alta, artralgia (dolores articulares intensos) y rash (erupciones en la piel) sabemos que estamos ante un cuadro de chikungunya”, señala Santana, quien fue capacitada sobre la enfermedad a partir de la guía. Esta médica, junto a otros profesionales de la salud, atienden a los pacientes que llegan con estos síntomas a la clínica de chikungunya, creada especialmente para ese fin a principios de junio, en el tercer piso del Hospital General Plaza de la Salud.
Los síntomas del chikungunya, que incluyen fiebre alta, dolores de cabeza, en las articulaciones y muscular, suelen aparecer entre tres y siete días después de la picadura de un mosquito infectado. La enfermedad rara vez puede causar la muerte, pero el dolor en las articulaciones puede durar meses e incluso años para algunas personas.
Qué dice la guía
La guía establece recomendaciones específicas para el personal de salud, “de manera que pueda realizar el diagnóstico clínico oportuno y el tratamiento adecuado de la enfermedad”, afirma el ministro de Salud Pública y Asistencia Social dominicano, Freddy Hidalgo, en la presentación de la publicación.
En poco más de 50 páginas, la publicación tamaño de bolsillo aborda la epidemiología de la fiebre por chikungunya, su definición, manifestaciones, fases clínicas, diagnóstico y tratamiento. También incluye información de relevancia para los pacientes, indicadores de calidad de la atención y un flujograma del proceso de atención. La publicación se basó en otra de 2011, Preparación y respuesta ante la eventual introducción del virus chikungunya en las Américas, desarrollada por la OPS/OMS, en colaboración con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC).
Como no existe un medicamento específico ni una vacuna contra el virus, el tratamiento en la fase aguda se basa en bajar la fiebre y aliviar el dolor articular. “Reposo, hidratación y acetaminofén es lo que recomendamos”, dice desde otro de los consultorios de la clínica de chikungunya en Plaza de la Salud, la doctora Julquias Hidalgo.
“Cuando un paciente llega con adenopatías, fiebre alta por más de tres días y un cuadro florido, le hacemos una analítica de sangre de rutina para descartar otras enfermedades, principalmente el dengue”, cuenta Hidalgo. Para el rash, que aparece en cerca del 50% de los pacientes cuando bajan la fiebre y el dolor, la guía recomienda lociones a base de óxido de zinc o refrescantes con aloe vera, mentol y alcanfor, pues el rash se acompaña de intenso prurito (picazón).
La representante de la OPS/OMS en la República Dominicana, Lilian Reneau-Vernon, asegura que la guía ha sido de gran utilidad para hacer frente a una enfermedad desconocida hasta entonces en el país. Según Reneau-Vernon, toda la población está en riesgo por el virus, el cual se ha extendido rápidamente a causa de la falta de exposición previa de las personas a este virus. La presencia del mosquito Aedes aegypti es otro factor que contribuye a la rápida propagación, subraya.
Un protocolo que marca el rumbo
David Jiménez, coordinador de la Residencia de Medicina Familiar y Comunitaria del Hospital Juan Pablo Pina, en San Cristóbal, recibe a los pacientes en la capilla. El lugar fue adaptado primero para atender a personas con cólera y ahora a quienes llegan con síntomas de chikungunya.
“Los primeros casos los empezamos a manejar según un protocolo que descargamos de la página web de la OPS/OMS y luego con el que estableció el Ministerio de Salud conjuntamente con la OPS/OMS”, cuenta.
Este médico dice que durante el pico del brote en su localidad llegaron a atender hasta 130 casos en un día. “De todas las personas afectadas, hemos dado prioridad a los grupos de riesgo: embarazadas, menores de 1 año, mayores de 65 y personas con comorbilidades”, cuenta.
Siguiendo las recomendaciones de las autoridades de salud, la mayoría de las personas afectadas por el chikungunya cursa la enfermedad en sus casas hasta que el cuadro se resuelve en 3 a 7 días. Sin embargo, “si un paciente presenta signos de alarma como fiebre por más de tres días, dolor abdominal intenso y continuo, y alteraciones del nivel de conciencia, entre otros, debe concurrir inmediatamente a un servicio de salud”, indica José Moya, epidemiólogo de la OPS/OMS en República Dominicana, y uno de los expertos que colaboró en la realización de la guía clínica.
Desde el alerta epidemiológica de la OPS/OMS del 9 de diciembre de 2013 ante la detección de los primeros casos de transmisión autóctona de fiebre chikungunya en las Américas y hasta el 11 de julio pasado, la cantidad de casos sospechosos reportados por 23 países y territorios de la región superaron los 350.000 y se registraron 21 fallecimientos que podrían estar vinculados a esta enfermedad. Otros 13 países de la región han informado casos importados.
La OPS/OMS ha impartido capacitaciones presenciales y virtuales para preparar a los países y a los profesionales de la salud en la respuesta al virus, y ha compartido la experiencia de República Dominicana, entre otras cosas.