La simulación en ciencias de la salud se conoce desde hace varios siglos, cuando en Francia se construyó uno de los primeros simuladores de parto de uso sistematizado para entrenamiento de matronas y médicos. No obstante, esta estrategia de facilitación del aprendizaje se constituye en un tema de mayor relevancia hace tres décadas cuando, gracias a los avances tecnológicos que disminuyeron los costos, y los impulsos innovadores de las metodologías y estrategias educativas centradas en el estudiante, así como las nuevas exigencias de la formación en ciencias de la salud, se popularizó el uso de simuladores de diferentes niveles de fidelidad y complejidad en los currículos de estudio de pre y posgrado a nivel mundial, orientados hacia el desarrollo, entrenamiento y evaluación de habilidades, destrezas y competencias clínicas. En este punto, es muy importante puntualizar que la simulación constituye un paso preparativo muy importante, a veces imprescindible, pero nunca un reemplazo de la interacción con los pacientes y situaciones reales, momentos que se pueden aprovechar al máximo, cuando se cuenta con la preparación
apropiada.

Es en este contexto y en cumplimiento de sus fines, que la Asociación Peruana de Facultades de Medicina (Aspefam), se convierte en un espacio de análisis, diálogo y orientación en el tema del empleo de la simulación clínica en la Educación Médica. Es así que surgen exitosas iniciativas dirigidas a facilitar el desarrollo de esta estrategia en nuestro medio, tales como la creación de la Red Nacional de Centros de Simulación Clínica, en julio de 2017; la Primera Jornada Internacional de Simulación Clínica y Recursos de Aprendizaje, realizada en marzo del 2018; y la convocatoria a los docentes gestores de los Centros de Simulación Clínica que funcionan en facultades y escuelas de medicina de nuestro país y de algunas instituciones afines del extranjero, para que compartan sus experiencias y los avances en los diversos tópicos de mayor actualidad en simulación clínica.

La decisión de publicar un texto de simulación fue recibida con gran entusiasmo, logrando la amplia colaboración de las facultades con mayor experiencia en simulación en nuestro medio; el Colegio Médico del Perú, como ente evaluador de competencias a través de la simulación; así como de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de México (UNAM) y equipos de Chile, Dinamarca y Noruega, constituyendo un hito muy importante de lo que se puede lograr gracias al trabajo interinstitucional orientado hacia una meta común.

Es sumamente importante presentar las mejores evidencias sobre el impacto favorable del empleo de la simulación clínica en Educación Médica, pues la inversión de los, muchas veces escasos, recursos financieros, de infraestructura y de personal necesarios para su desarrollo, debe estar cuidadosamente justificada. En ese mismo sentido, la responsabilidad frente a la sociedad que tienen las entidades formadoras de los futuros profesionales médicos, de brindar las mejores condiciones de educación en pregrado y posgrado obliga a incorporar nuevas tecnologías y estrategias que garanticen las prácticas con las mejores experiencias de aprendizaje, incorporadas en los currículos de estudio, con estricto cumplimiento de los principios éticos, en entornos seguros para los pacientes y estudiantes, que permitan retroalimentación oportuna, práctica deliberada constante y la variabilidad clínica que muchas veces no se puede asegurar en las prácticas en los servicios de salud.

El presente texto incluye conceptos actuales, fundamentos teóricos, ejemplos prácticos de escenarios y modelos de prácticas de simulación generosamente compartidos por los autores y sus instituciones, así como sugerencias de líneas de investigación en simulación clínica aplicada en la Educación Médica. Esperamos que todo ello contribuya al desarrollo del tema de la simulación clínica en nuestro medio y, de paso, a una mayor difusión de su uso, teniendo en consideración siempre las prioridades y necesidades de capacitación que han identificado las instituciones, así como de su propia capacidad resolutiva. En el futuro la simulación se realizará en entornos de realidad virtual o aumentada, en modalidad móvil y en el propio servicio hospitalario o campo sociosanitario, así como en escenarios con problemas de gestión y manejo de crisis, buscando demostrar la transferencia de lo aprendido en los escenarios a la realidad del cuidado de la salud de las personas y comunidades.

Expreso mi mayor agradecimiento a Aspefam, a los colaboradores nacionales e internacionales y, sobre todo, a mi familia por la paciencia, apoyo y comprensión.

Dr. Michan Malca Casavilca
Especialista en Educación Médica