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Publicado en: 31/10/2018

4ª Reunión General de la RETS: ‘40 años de Alma-Ata y el papel de los trabajadores técnicos en salud en la efectivización de sistemas universales de salud’

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La 4ª Reunión General de la Rede Internacional de Educación de Técnicos en Salud (RETS) se realizará del 12 al 14 de noviembre en Río de Janeiro, junto con la 4ª Reunión Ordinaria de la Red de Escuelas Técnicas de Salud de la Comunidad de los Países de Lengua Portuguesa (RETS-CPLP). La primera parte de la programación  – el Seminario '40 años de Alma-Ata y el papel de los trabajadores técnicos en salud en la efectivación de sistemas universales de salud ' – será abierta al público en general y será transmitida en vivo por internet.

En el seminario, el ex presidente y actual coordinador del Centro de Relaciones Internacionales (CRIS) de Fiocruz, Paulo Buss, presentará el tema 'De la declaración de Alma-Ata a la declaración de Astana: derecho universal o cobertura universal de salud?'. Isabel Duré, de la Secretaría de Salud, del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de Argentina, discutirá 'La agenda inconclusa de la formación y del trabajo de los técnicos en salud después de 40 años de la declaración de Alma-Ata'. La mesa, que será moderada por la profesora e investigadora Márcia Valéria Cardoso Morosini, de la Escuela Politécnica de Salud Joaquim Venâncio (EPSJV / Fiocruz), tendrá lugar el día 12 de noviembre, de las 9h a las 12h30 (hora de Brasilia), en el Auditorio de la EPSJV.

En el ámbito específico de las Redes, el evento tiene como objetivos:

  • Consolidar la RETS y su misión de apoyar el fortalecimiento de la formación y la cualificación de los trabajadores de la salud en los procesos técnicos de cooperación internacional en las Américas y la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP);
  • Fortalecer las acciones de enseñanza, investigación y desarrollo institucional de las instituciones que integran la RETS y sus subredes;
  • Elaborar planes de trabajo y de comunicación de la RETS y de la RETS-CPLP;
  • Revisar los reglamentos y elegir instituciones coordinadoras para los próximos años.

La Reunión está siendo organizada por la EPJV/Fiocruz, en calidad de Secretaría Ejecutiva de la RETS, con apoyo de la representación en Brasil de la Organización Panamericana de la Salud (OPS-Brasil), de la Asesoría de Asuntos Internacionales (AISA), del Ministerio de Salud de Brasil, y del CRIS/Fiocruz.

La fuerza de trabajo en Salud: una preocupación de la Salud Global

La RETS fue creada en 1996 como respuesta al resultado de un gran estudio multicéntrico sobre la formación de técnicos en salud en las Américas, coordinado por la OPS/OMS. El objetivo era que la Red funcionara como un espacio de producción y difusión de conocimientos que pudieran orientar y proporcionar una base más sólida para la elaboración de políticas públicas orientadas a la formación y al trabajo de los técnicos en salud. La RETS, por lo tanto, forma parte de un conjunto de iniciativas dirigidas a la solución de un problema que desde hace muchos años ha sido central en las discusiones sobre la salud en el mundo.

La escasez de la fuerza de trabajo en salud fue tema del Informe 2006 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) - 'Colaboremos por la Salud' -, pero, mucho antes, el problema ya era considerado uno de los puntos críticos para el logro de los objetivos internacionales de salud y desarrollo. El informe de la Iniciativa Conjunta de Aprendizaje (en inglés), lanzado en 2004, las diversas resoluciones de la Asamblea Mundial de la Salud exigiendo acciones internacionales para resolver la crisis, y el 'Llamado a la Acción de Toronto: ​Hacia una década de Recursos Humanos en Salud ​para las Américas (2006-15)', que buscaba movilizar actores nacionales e internacionales, del sector salud, de otros sectores relevantes y de la sociedad civil, para construir colectivamente políticas e intervenciones para el desarrollo de los recursos humanos en salud, son algunos signos de la importancia de ese tema.

Otro hecho destacable fue la creación en mayo de 2006 de la Alianza mundial en pro del personal sanitario (GHWA, por su sigla en inglés). La Alianza reunía gobiernos, sociedad civil, instituciones internacionales y regionales, asociaciones profesionales, academia y sector privado, para discutir cuestiones relacionadas con la fuerza de trabajo en salud: salud, trabajo, gestión, gobernanza, finanzas, educación, investigación, recolección de datos y recolección de datos la planificación. Su objetivo era liderar los esfuerzos para el enfrentamiento de la crisis de la fuerza de trabajo en salud, teniendo como base científica el Informe de la OMS. El 15 de mayo de 2016, la Alianza terminó su mandato de 10 años e hizo la transición a una Red que funciona dentro de la OMS como un mecanismo global de colaboración multisectorial y de diálogo sobre políticas de fuerza de trabajo en apoyo a la aplicación de la 'Estrategia Mundial de Recursos Humanos en Salud: Fuerza de Trabajo 2030' y de las recomendaciones de la Comisión de Alto Nivel sobre Empleo en Salud y Crecimiento Económico, creada en la ONU en marzo de 2006. Sobre la cuestión los recursos humanos en salud en la nueva agenda global, la OMS también publicó, el mismo año, 'Los requisitos de la fuerza de trabajo para la cobertura universal de salud y los Objetivos de Desarrollo Sostenible'. Durante sus diez años de existencia, GHWA organizó tres Foros Mundiales de Recursos Humanos para la Salud: en Kampala, Uganda (2008); en Bangkok, Tailandia (2011); y en Recife, Brasil (2013). Un cuarto Foro se celebró en Dublín, Irlanda, en 2017, tras la transformación de la Alianza en Red.

En la Región de las Américas, el tema también se ha mantenido em foco por todo el tiempo.  En 2017, la Opas definió la 'Estrategia de recursos humanos para acceso universal a la salud y cobertura salud universal', cuyo plan de acción fue aprobado en septiembre del mismo año, por su Consejo Directivo.

A pesar de todos los esfuerzos realizados durante los últimos 20 años, la OMS reconoce que todavía hay muchos problemas a resolver y destaca los siguientes aspectos, en líneas generales:

  • Hay escasez de algunas categorías de personal sanitario en casi todos los países y en muchos, no hay médicos, parteras, enfermeras y auxiliares en número suficiente;
  • Los trabajadores envejecen, se jubilan y no hay planes consistentes para su reposición;
  • La disponibilidad y accesibilidad siguen variando mucho dentro de los propios países debido a la dificultad de atraer y retener al personal;
  • Adaptar el contenido y las estrategias de formación sigue siendo un gran desafío en todos los países;
  • Pocos países tienen capacidad para calcular las necesidades futuras de recursos humanos para la salud y diseñar políticas a largo plazo;
  • El fortalecimiento de los sistemas de información sobre la fuerza de trabajo en salud es fundamental para la toma de decisiones más adecuada y eficiente; y
  • El compromiso político de las autoridades nacionales fue fundamental en los países que presentaron mejoras en la cuestión de la fuerza de trabajo en salud.

Los trabajadores técnicos de la salud

Uno de los esfuerzos de la RETS a lo largo de su existencia ha sido la afirmación de la falta de reconocimiento profesional y la invisibilidad política de la categoría de los trabajadores técnicos en la formulación de políticas y acciones gubernamentales, inclusive en la Atención Primaria a la Salud. Algunas iniciativas, tales como los proyectos Mercosur I y II, una investigación realizada, en conjunto, por instituciones en Brasil, Uruguay, Argentina y Paraguay y que resultó en la publicación de dos libros: ‘A Silhueta do Invisível: a formação dos trabalhadores técnicos em saúde no Mercosul’ e ‘A formação dos trabalhadores técnicos em saúde no Brasil e no Mercosul’. El objetivo de la investigación fué la ampliación de las reflexiones sobre quiénes son, qué hacen y dónde están asignados esos trabajadores. Sin embargo, sigue la dificultad de construir una definición regional o incluso global para la expresión 'trabajadores técnicos en salud', en especial por la diferencia histórica que existe entre los países involucrados en el nivel educativo donde dicha formación se realiza (media o superior).

Hay también diferencias importantes sobre las características de las instituciones que son responsables de la formación de los técnicos en casa país: escuelas técnicas, institutos de salud pública, instituciones universitarias o centros no universitarios. Hay todavía distintas modalidades de enseñanza - cursos presenciales ya distancia, vinculados a un componente general de formación o apenas técnico específico; carga horaria amplia o restringida; realización o no de prácticas - y trabajadores técnicos que no pasaron previamente por ninguna formación inicial para el ejercicio profesional, conocidos como auxiliares o prácticos. Además de estos aspectos, en cada país la inserción de los trabajadores técnicos en salud en el mundo del trabajo se realiza de acuerdo con la historicidad de las políticas de salud, educación y trabajo, pero también con el papel de las corporaciones profesionales y instancias reguladoras de las profesiones. Este conjunto de aspectos determina, por ejemplo, la formación, la certificación, la definición de los grados de autonomía con relación a su ejercicio profesional y subordinación de esos trabajadores, así como las áreas y/o subáreas de habilitación profesional, que conforman atribuciones distintas.

Este complejo escenario reafirma continuamente la propia existencia de la RETS y la necesaria ampliación de los proyectos de cooperación entre sus miembros. Para este fin, en el ámbito de la Red, el trabajo técnico en salud es considerado como todo el realizado por el conjunto de trabajadores que ejercen actividades técnico-científicas en el sector y comprende desde las actividades de naturaleza más simple, realizadas por los auxiliares y agentes comunitarios de salud , hasta las de naturaleza más compleja, realizadas por técnicos de nivel superior.

El hecho es que, las diferentes titulaciones distintas para profesionales con formación similar o aún una misma denominación aplicada a trabajadores con diferentes formaciones y atribuciones, acaba haciendo aún más difícil la recolección y la disponibilidad de datos sobre esos trabajadores, incluso por parte de los organismos internacionales . Sin embargo, incluso ante la escasez de informaciones sistematizadas sobre el tema, podemos resaltar:

  • Los profundos desequilibrios en la disponibilidad, composición y distribución de la fuerza de trabajo; bajo número de profesionales de la salud por habitante y concentración de la fuerza de trabajo en grandes centros urbanos;
  • La presencia desigual de trabajadores técnicos en los diferentes países, con implicaciones para la migración de trabajadores de la región de las Américas y de África a los países centrales;
  • La precarización del trabajo, resultando en la necesidad de que los trabajadores, especialmente los del sector público, busquen un segundo empleo; y
  • Las escasas inversiones en la formación inicial, técnica y en la cualificación profesional de estos trabajadores..

La Atención Primaria a la Salud 40 años después de la Conferencia de Alma-Ata

El tema de la Atención Primaria a la Salud (APS), a su vez, se fortalece en el escenario mundial, con la realización de la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria a la Salud, realizada entre los días 25 y 26 de octubre de 2018, en Astana, Kazajstán. El evento marca los 40 años de la realización en Alma-Ata, también en Kazajstán, de la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud, que definió la APS como estrategia para ampliar el acceso a los sistemas nacionales de salud y, consecuentemente, alcanzar las metas del proyecto, entonces Programa Salud para Todos en el año 2000 (SPT 2000).

La idea de la APS, sin embargo, antecede a la propia Conferencia de Alma-Ata. Su primer registro fue un informe formulado por el entonces ministro de salud inglés, Bertrand Dawson, en 1920, el cual sirvió de referencia para la estructuración de sistemas universales de salud, después de la Segunda Guerra Mundial. En aquella época, el documento indicaba: la APS como base y puerta de entrada del sistema; la regionalización, por la cual los servicios se organizan local y regionalmente distribuyéndose a partir de bases poblacionales y de la identificación de las necesidades de salud de cada región; y la integralidad, al fortalecer la indisociación entre acciones curativas y preventivas.

Sin embargo, fue la Conferencia de Alma-Ata que definió las directrices mundialmente adoptadas para el desarrollo de la APS en los países: educación en salud orientada a la prevención y protección; distribución de alimentos y nutrición apropiada; tratamiento del agua y saneamiento; salud materno-infantil; planificación familiar; la inmunización; prevención y control de las enfermedades endémicas; tratamiento de enfermedades y lesiones comunes; suministro de medicamentos esenciales

Con el paso del tiempo, ese conjunto de acciones presentes en la Declaración de Alma-Ata, y que caracteriza a la APS como ordenadora del sistema y estructurante de sistemas universales de salud, pasó a ser llamada de APS integral (o ampliada). El cambio de nomenclatura surgió para marcar una firme oposición a las formulaciones del Banco Mundial y de la Fundación Rockefeller, que buscaban difundir una concepción de APS selectiva, basada en programas enfocados en problemas específicos de salud y destinados a grupos poblacionales en situación de pobreza. En ese sentido, la llamada APS integral reafirma el derecho a la salud como un derecho humano y, por lo tanto, universal.

Una lectura actual de la APS selectiva es la Cobertura Universal de Salud (CUS), cuya propuesta es ampliar el acceso a servicios de salud; disminuir las dificultades financieras de las personas que utilizan esos servicios y pagan del propio bolsillo; y mantener la solidez financiera de los sistemas de previsión. La CUS, al limitar la concepción de derecho a la salud como expresión del acceso a seguros, afirma valores como la igualdad de oportunidades en sociedades liberales y oculta cuestiones fundamentales para la efectivación del derecho a la salud, particularmente, las injusticias sociales. La CUS tiene una centralidad en la cobertura financiera, con responsabilidad de los individuos y desresponsabilización del Estado, en relación a la posibilidad de acceso a un seguro de salud, lo que no garantiza, por consiguiente, el acceso a los servicios de acuerdo con las necesidades de salud.

Después de 40 años, todavía son muchas las cuestiones que deben debatirse en torno a las diferentes concepciones de APS, como mostró recientemente la consulta pública realizada por la OMS sobre la Declaración de Astana, cuyo título y texto hacen referencia a la CUS. El hecho generó fuertes críticas de varias entidades del campo de la salud, entre las cuales la Asociación Latinoamericana de Medicina Social (Alames), que propuso la exclusión de cualquier forma o intento de subsumir la APS a la Cobertura Universal de Salud de la declaración final.

Aunque los países han incorporado las directrices de Alma-Ata de diferentes maneras en la elaboración de sus sistemas nacionales de salud, la proporción de trabajadores de la salud, con gran destaque para los trabajadores técnicos, de los insumos y del financiamiento dirigidos a servicios vinculados al primero el nivel de atención a la salud ha sido creciente. Entre los cambios en las estructuras y el funcionamiento de los servicios de salud en los últimos 40 años, podemos citar:

  • Expansión del acceso a servicios de salud con orientación comunitaria y construcción de un nuevo modelo de atención a la salud;
  • Inclusión progresiva de las nuevas categorías laborales especializadas en el trabajo comunitario y redefinición de prácticas de muchas profesiones de la salud con nuevas especialidades (generalistas / de familia y comunidad);
  • Cambios relevantes en algunos indicadores sanitarios a nivel mundial tales como la reducción de la mortalidad infantil y materna;
  • Incorporación del personal de origen en sus propias comunidades para hablar de promotores, agentes sanitarios, trabajadores comunitarios trabajando, en su mayoría, en escenarios de práctica coincidentes con los ámbitos donde la propia población vive; y
  • Incorporación de referencias como la interculturalidad en las prácticas profesionales y políticas públicas como principio relevante para la APS.  

Videos del Seminario:

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