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Publicado en: 22/02/2019

Es urgente eliminar la separación entre la salud humana y la salud del planeta

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El cambio climático o la contaminación son asuntos que afectan muy directamente no solo al planeta sino también a la salud de las personas. Por eso se hace cada vez más patente la necesidad de un enfoque que tenga en cuenta la relación entre las personas y el planeta: la salud planetaria. 

¿Cómo afecta a la salud de las personas los cambios que se están produciendo en nuestro planeta en los últimos años?

La acción del hombre por primera vez ha influido tanto que ya se habla de una nueva era geológica: el antropoceno. La contaminación, el cambio climático o el agotamiento de los recursos son temas que afectan muy directamente a la salud individual y colectiva de las personas. Todo esto ha desembocado en el desarrollo de un nuevo concepto cada vez más importante y es el de la salud planetaria.

Para hablar y debatir sobre todas estas cuestiones, el Palau Macaya de “la Caixa” ha acogido estos días unas jornadas coorganizadas por ISGlobal, centro impulsado por “la Caixa” y la Escuela Europea de Humanidades en donde expertos de diferentes ámbitos han puesto sobre la mesa los efectos que todos estos cambios están produciendo y la necesidad urgente de tomar medidas antes de llegar a un punto de no retorno en la degradación planetaria que pondría a nuestra propia especie en serios apuros para su supervivencia.

“La salud planetaria es una forma de cambiar la forma de ver la salud pública, identificando nuevos puntos de vista sobre temas de actualidad y urgencia. Hay que entender que la salud humana depende de los recursos naturales del planeta y tal y como estamos midiendo ahora la salud, no tenemos en cuenta el agotamiento de estos recursos” apunta Josep Maria Antó, director científico de ISGlobal. “El lema de la OMS que es salud para todos en todas las políticas, debería ser salud para todos y para el planeta. Si no, no hay salud”.

Efectos directos sobre la salud

La contaminación, tanto del aire como del agua o de la tierra, tiene un impacto directo sobre la salud de las personas que las evidencias científicas señalan más allá de cualquier duda. “La contaminación del aire mata al año a 9 millones de personas. Más que el tabaco, que son 6 millones, o que la suma del VIH, la tuberculosis y la malaria, que son 3 millones. Y esto lo sabemos desde hace una década” añade Josep Maria Antó.

Las actividades extractivas perjudican la salud tanto de los lugares donde estas se llevan a cabo como de forma más global y así lo expuso también en su charla Cristina O’Callaghan, investigadora de ISGlobal y que ha trabajado directamente en extracciones de petróleo de la amazonia peruana. “Sabemos que estar expuesto al petróleo tiene efectos sobre la salud y lo sabemos por todo el trabajo que se ha hecho con trabajadores de esta industria. Pero nos falta saber cómo esto afecta a la población que convive diariamente y sin protección con estas actividades”.

O’Callaghan señaló durante su exposición cómo los efectos de estas actividades afectan a estas poblaciones en las que los niveles de metales pesados como el plomo, mercurio u otras sustancias como el arsénico se ven incrementados notablemente. También aumentan los riesgos de cáncer y enfermedades que afectan al sistema inmune, así como problemas respiratorios o de inflamación de tejidos. “A nivel del país puede parecer que hay alguna mejora gracias a estas actividades extractivas, pero mirando de cerca a quienes más afecta directamente vemos que no es así”.

Pero los efectos de estas actividades no se limitan únicamente a las poblaciones locales, sino que también a nivel de todo el planeta hay toda una serie de consecuencias que acaban afectando negativamente a la salud de todos. “La quema de combustibles fósiles es el principal culpable del cambio climático. Para conseguir detenerlo sería necesario ahora mismo una reducción del uso del petróleo en un 30 por ciento, del gas en un cincuenta y del carbón en un ochenta por ciento” señala Cristina O’Callaghan, quien además apunto también a la destrucción de ecosistemas que sirven como reservorios del carbono para llevar a cabo estas actividades extractivas y que hace que aumente la cantidad de dióxido de carbono que hay en la atmósfera.

Los efectos del cambio climático

 Aunque se tiene muy cuantificado cuales son los efectos directos de la contaminación atmosférica, el cambio climático tiene una serie de efectos indirectos que no están tan estudiados a pesar de su incidencia sobre la salud. “Se espera que entre el 2030 y el 2050 el cambio climático sea la causa directa de 250.000 muertes al año, pero sabemos muy poco sobre los efectos indirectos” comenta Josep Maria Antó. “Habrá un incremento de la malnutrición por la pérdida de terrenos de cultivo. También aumentarán las enfermedades cardiovasculares y las infecciosas. Y la salud mental se verá afectada igualmente” añade Cristina O’Callaghan.

“La calidad de vida se verá muy afectada tanto por el incremento de la contaminación como por el cambio climático. El problema está en que ningún gobierno hasta ahora ha hecho mediciones sistemáticas y la población no tiene información. Hace falta una presión popular que exija unos estándares mínimos de calidad de aire” comenta Xavier Rodó, jefe del programa de Clima y Salud de ISGlobal.

El calentamiento del planeta es ahora mismo una cuestión prioritaria. Se prevé que en los próximos años si no se toman medidas se puede llegar a incrementar las temperaturas en todo el planeta una media de 3 grados. “Pero eso significa que zonas más sensibles como el Mediterráneo lo harán más. En Barcelona este incremento puede llegar a los cuatro grados y medio” señala Rodó. “Ahora mismo el esfuerzo para conseguir detener el calentamiento se calcula en un 5 por ciento del PIB mundial. Pero si no se hace nada en breve, esto muy pronto se doblará. Hemos de intentar buscar soluciones”.

Sin embargo, la traducción del conocimiento científico en medidas políticas no es un asunto sencillo la mayor parte de las veces. “Hay que pensar muy bien cual es impacto de las decisiones políticas en favor de mejoras ambientales en función de las desigualdades sociales. Hay un concepto clave que es el de justicia social y como se adoptan estas medidas para generarla. Si no hace así, tendremos un problema” finaliza Josep Maria Antó.

Fotos/Ilustraciones: 

Imagen: Pixabay