La digitalización está revolucionando la respuesta mozambiqueña a la malaria
Maputo – Filipe Basílio, responsable de oficina para la evaluación y el monitoreo del programa mozambiqueño de lucha contra la malaria en la provincia de Nampula, al norte del país, recuerda la ardua tarea de recopilar y analizar datos que formaba parte de su trabajo cotidiano:
“Todas las herramientas de registro de información eran manuales y se tardaba mucho en hacer llegar los datos al Ministerio, porque los agentes comunitarios tenían que presentar, al final del día, sus informes al supervisor, quien luego los reenviaba al nivel distrital, después al provincial, y solo entonces llegaban al Ministerio”, explica.
El Ministerio de Salud de Mozambique enfrentaba el enorme desafío de gestionar grandes volúmenes de datos provenientes de diversas áreas de su programa de control de la malaria. Las autoridades sanitarias estaban sobrecargadas con la información de múltiples fuentes, lo que provocaba una recopilación y análisis de datos dispersos y lentos, y al mismo tiempo, reducía la capacidad de respuesta rápida a las necesidades de las comunidades.
Para superar este desafío, en 2022, el Ministerio de Salud creó un centro de datos llamado “Sistema Integrado de Información sobre Malaria”. Al integrar los principales sistemas de datos – datos de campañas, de supervisión, epidemiológicos y entomológicos – y conectarlos a un panel de visualización fácil de usar, el Ministerio empezó a recibir en tiempo real la información enviada desde el terreno, lo que mejoró su calidad.
Después, en 2023, el país comenzó la digitalización de sus campañas contra la malaria. El proceso comenzó con las campañas de distribución de mosquiteros tratados con insecticida, continuó con las campañas de quimioprevención estacional de la malaria, y finalmente, con las de pulverización residual intradomiciliaria. Estas tres campañas están ahora completamente digitalizadas e integradas. Los usuarios pueden acceder a la plataforma y consultar toda la información de las campañas, incluyendo cobertura y desempeño, lo que facilita mucho el análisis. Los resultados fueron casi inmediatos: la duración de las campañas se redujo de 14 días a solo cinco.
“Analizamos los datos y sabemos lo que está ocurriendo en tiempo real”, afirma el Dr. Baltazar Candrinho, director del Programa Nacional de Control de la Malaria en Mozambique. “Ya no tenemos que esperar días a que alguien informe de un problema. Podemos monitorear la cobertura de las campañas, el rendimiento de los equipos y los niveles de existencias. Si una aldea no recibió mosquiteros o si la campaña no llegó allí, con el GPS podemos identificarla con precisión”.
El Ministerio de Salud capacitó a su personal en las 11 provincias del país, y estos, a su vez, formaron a los agentes comunitarios, quienes realizan entrevistas y recopilan datos en sus comunidades. El objetivo es mejorar la recolección y análisis de datos para fundamentar la toma de decisiones a nivel distrital.
“A nivel central, ya usamos estos datos para tomar decisiones, pero es necesario que los distritos también lo hagan. Es un proceso de cambio de mentalidad”, afirma el Dr. Candrinho. En cuanto a la recopilación, gestión y almacenamiento de datos, Mozambique tiene uno de los programas de lucha contra el paludismo más avanzados del mundo y es uno de los pocos países que tiene las tres campañas completamente digitalizadas.
“En el primer año en que comenzamos el proceso de digitalización, fue difícil encontrar agentes comunitarios que se sintieran cómodos usando dispositivos móviles, porque muchos tenían bajos niveles de escolaridad”, explica Basílio. “Pero eso cambió con la formación. Hoy en día, en las comunidades, las personas incluso piden ser agentes porque están interesadas en el proceso digital”.
En África, Mozambique lidera el proceso de digitalización contra la malaria, y se ha convertido en un modelo regional de innovación en salud. “En la implementación actual del proyecto de desarrollo de centros nacionales de datos sobre el paludismo, Mozambique nos ofrece valiosas lecciones y buenas prácticas, mostrando lo que ha funcionado bien y por qué, lo que nos permite avanzar en otros países”, afirma el Dr. Lawrence Kazembe, jefe del Programa de Salud Pública de Precisión en la Oficina Regional de la OMS para África, que está implementando este tipo de innovaciones en otros países africanos.
La malaria es endémica en Mozambique, representando el 3,4% de los casos mundiales de paludismo, y es el quinto país del mundo con mayor número total de casos. En 2024, se notificaron más de 11 millones de casos en el país, lo que pone en riesgo a toda la población. La mayor prevalencia de la enfermedad se encuentra en la región norte y en la costa del Océano Índico.
En 2024, el país implementó tres campañas contra la malaria utilizando el proceso digital, lo que representó un nuevo paso hacia una comprensión más completa del peso de la enfermedad, incluyendo los patrones de mortalidad en todas las comunidades del país.
“A través de la iniciativa ‘de alta carga a alto impacto’, liderada por la OMS, promovimos y apoyamos la planificación basada en datos, proporcionamos marcos para la vigilancia de la malaria, el análisis de datos y la orientación sobre cómo vincular la digitalización de datos con los procesos de toma de decisiones, basándonos en las directrices de la OMS”, explica la Dra. Eva de Carvalho, oficial médica responsable de malaria en la oficina de la OMS en Mozambique.
La digitalización utiliza datos fácticos de múltiples fuentes de información para garantizar una distribución eficiente de los recursos entre las comunidades más afectadas y las poblaciones más vulnerables. Facilita la evaluación del programa y mejora su rendimiento. Se trata de un enfoque que el país planea aplicar también en otras áreas de respuesta sanitaria, algo que ya ha comenzado con el programa de enfermedades tropicales desatendidas. En última instancia, este enfoque tendrá un impacto positivo en los resultados de salud de los usuarios finales: las personas.
“Al final, si somos más eficientes, no hay duda de que la comunidad es la que gana”, concluye el Dr. Candrinho.