Seminario Internacional reafirma el compromiso de la RETS-CPLP con el enfrentamiento de las emergencias climáticas

Al inaugurar la 5.ª Reunión Ordinaria de la RETS-CPLP, el seminario internacional “Emergencias climáticas y sus impactos en la salud global y en los sistemas nacionales de salud” reunió, el 2 de junio, en la Escuela Superior de Tecnología de la Salud de Lisboa, al profesor-investigador brasileño de la Escuela Politécnica de Salud Joaquim Venâncio (EPSJV/Fiocruz), Alexandre Pessoa Dias, y a la médica mozambiqueña Tatiana Marrufo, del Instituto Nacional de Salud (INS/MISAU).
Durante el seminario, ambos especialistas reiteraron la urgencia de ampliar los debates sobre el tema e incorporarlos en la formación de los trabajadores de la salud, de modo que puedan comprender mejor la perspectiva de la determinación socioambiental de la salud y asumir, de hecho, un papel relevante en el enfrentamiento del problema. Al final del artículo, se incluyen enlaces a diversos materiales con más información sobre el tema y a las presentaciones realizadas por los invitados.
Las emergencias climáticas —olas de calor extremo, inundaciones, sequías y tormentas— son causadas principalmente por el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero, especialmente el dióxido de carbono (CO₂), en la atmósfera, y tienen impactos significativos en la salud humana. Estos desastres naturales, resultado de la deforestación, la quema de combustibles fósiles y otras actividades humanas, provocan muertes, lesiones físicas de diversa gravedad y estrés psicológico en las poblaciones, además de agravar problemas de salud en los grupos más vulnerables, sobrecargando directa e indirectamente los sistemas nacionales de salud.
Enfoque socioambiental de la Salud: un camino para minimizar la crisis y evitar el colapso ecológico total
Alexandre Pessoa inició su intervención presentando una brújula como metáfora del tiempo que aún tienen los sistemas de salud y el mundo para prepararse mejor frente a los desafíos de la emergencia climática. Según él, los estudios prospectivos realizados en las instituciones de investigación señalan la emergencia climática como un enorme desafío futuro, pero también es necesario reconocer que ya convivimos, a escala mundial, con los daños provocados por los eventos climáticos extremos. “Por esa razón, al hablar de los impactos socioambientales y sobre la salud causados por las emergencias climáticas, no utilizo los verbos solo en futuro, sino en tiempo presente”, subrayó.
En otra metáfora, esta vez utilizando la imagen de un iceberg, se refirió al conocimiento existente sobre el tema —representado por la punta visible sobre el agua— y al conocimiento más profundo que aún debe revelarse mediante estudios, simbolizado por la gran parte del iceberg que permanece sumergida. “Entiendo que la perspectiva de la determinación socioambiental revela precisamente aquello que aparentemente no se muestra, pero que define gran parte de las condiciones socioeconómicas, políticas y culturales que rodean el tema”. Para reforzar el carácter urgente de la cuestión, el investigador citó la frase del Secretario General de la ONU, António Guterres, al leer el Informe 2023 del IPCC: “La humanidad está caminando sobre hielo fino, y ese hielo se está derritiendo rápidamente”.
Especialista en saneamiento ambiental y agroecología, Alexandre destacó que su trabajo se centra en la promoción de la salud colectiva, un enfoque que va mucho más allá de la prevención de enfermedades y que dialoga estrechamente con las acciones estructurales preventivas, organizativas, comunicacionales y educativas fundamentales para enfrentar las emergencias climáticas. A partir de experiencias realizadas, entre otras, con poblaciones de la Amazonía y con campesinos de Brasil, subrayó que este enfrentamiento debe basarse necesariamente en una tríada compuesta por investigación, acción-intervención y educación. “Es necesario que los servicios de salud reconozcan la importancia de la investigación y viceversa. Muchas veces, frente al pragmatismo de la respuesta inmediata para salvar vidas, los servicios no perciben que la investigación, aunque tenga niveles de abstracción, es fundamental. Por otro lado, la investigación necesita reconocer el papel de los servicios y los desafíos cotidianos de la operacionalización, para ofrecer devoluciones concretas que mejoren los procesos de trabajo. Este diálogo es imprescindible, por ejemplo, en el campo de la salud ambiental”, afirmó.
El investigador reiteró que ya no es posible hablar solo de crisis ecológica, sino de colapso ecológico, un término que expresa la irreversibilidad de las alteraciones que ya ocurren en diversos territorios. “No utilizo el término colapso de forma hiperbólica, sino como traducción de lo que los informes científicos muestran con claridad: un proceso de agravamiento acelerado de los eventos climáticos e hidrológicos extremos”, enfatizó. Desde la perspectiva de la determinación socioambiental de la salud, subrayó que el enfrentamiento de estos desafíos no puede darse únicamente desde las estructuras del Estado, sino que debe considerar a las organizaciones populares, lo que nos lleva más allá de la salud pública. “El sistema de salud y sus agentes públicos necesitan reconocer a los actores sociales de los territorios como promotores de la salud colectiva, que asumen un papel central en la lucha por la vida de las poblaciones”, afirmó.
Alexandre también destacó la preservación de los bosques boreales y tropicales primarios, las sabanas y los humedales como una de las estrategias más económicas de mitigación del problema ambiental. “Estos bosques, que en muchos países del capitalismo central fueron severamente reducidos, aún se encuentran relativamente preservados en algunos países africanos y latinoamericanos. Constituyen un patrimonio ambiental y, desde la perspectiva de la salud pública, actúan como barreras ecológicas fundamentales contra los saltos zoonóticos y, en consecuencia, contra la aparición de nuevos brotes epidémicos e incluso pandémicos”, explicó.
Al continuar su exposición, Alexandre estableció la correlación entre emergencia climática, determinación socioambiental de la salud, sistemas nacionales de salud y organización popular. Citando el libro El decenio decisivo (Luiz Marques, 2023), señaló que vivimos crisis interconectadas —ambientales, sanitarias, económicas, políticas, ideológicas, epistemológicas y humanitarias— en procesos de colapso ecológico. “Tenemos que ir más allá del análisis de la crisis por los síntomas; debemos buscar las determinaciones socioambientales”, afirmó, señalando las asimetrías e inequidades derivadas de las relaciones entre capital, trabajo y naturaleza.
“¿Hasta cuándo será posible impartir clases de salud sin considerar mínimamente la emergencia climática de origen humano?”, cuestionó. “Este debate aún no está plenamente incorporado en las escuelas técnicas, en las facultades, en el grado y en el posgrado, pero el tiempo pasa muy rápido y necesitamos superar la visión triunfalista de la ciencia y la separación positivista entre las ciencias humanas y las ciencias de la naturaleza”. Defendió la necesidad de revertir el modelo biomédico reduccionista y reconocer que dicho modelo no es capaz de ofrecer respuestas a los graves problemas que enfrentamos.
Alexandre presentó además una amplia bibliografía de referencia sobre las consecuencias del aumento de la temperatura a escala mundial. “El IPCC muestra que ni siquiera estamos en camino de cumplir los compromisos del Acuerdo de París; lo que se promete ya no es suficiente, y ni siquiera se cumple lo insuficiente”, advirtió. También alertó que, entre 2021 y 2024, se superaron seis de los nueve límites planetarios, con graves consecuencias especialmente para las poblaciones más vulnerables.

Mencionó el Plan Sectorial de Adaptación al Cambio Climático–Salud (AdaptaSUS), desarrollado en Brasil, que involucra a 16 sectores de distintos ministerios. “La intersectorialidad es imprescindible y la salud debe tener protagonismo en este proceso. No es posible implementar medidas de adaptación sin sistemas nacionales de salud robustos”, explicó.
Al concluir su presentación, Alexandre retomó la importancia de la organización popular y de la convergencia entre el conocimiento científico y el saber popular. Destacó el papel de los movimientos sociales y de las comunidades tradicionales en la conservación de la biodiversidad. “El 80 % de la biodiversidad remanente del planeta y el 40 % de las áreas protegidas se encuentran en territorios indígenas, quilombolas y de comunidades tradicionales. Esto significa que la protección de nuestro futuro está en manos de 370 millones de personas”, recordó. Cerró su intervención con dos citas: una de Fernando Pessoa —“Saber, no tener ilusiones, es absolutamente necesario para poder tener sueños”— y otra del poeta Deley de Acari —“Tener esperanza es sentir nostalgia del futuro”.

Caminos de Mozambique en el enfrentamiento de la crisis ambiental

Tatiana Marrufo, coordinadora del Programa de Salud y Ambiente del Ministerio de Salud de Mozambique, centró su presentación en las acciones desarrolladas en su país para enfrentar las emergencias climáticas, especialmente en la construcción de la resiliencia del sistema nacional de salud.
“Mozambique es un país altamente vulnerable a los impactos adversos del cambio climático; actualmente ocupamos el quinto lugar en riesgo climático global”, destacó, señalando la localización geográfica como uno de los principales factores. Según explicó, las proyecciones climáticas indican un aumento en la frecuencia e intensidad de eventos extremos, temperaturas más altas y retrasos en el inicio de la estación lluviosa, lo que genera mayor presión sobre el sector salud.
Con base en el Informe 2024 sobre el Estado del Clima en Mozambique (INAM), Tatiana mostró que la temperatura media anual presenta una tendencia ascendente desde 1950, con una anomalía de 1,2 °C entre 1981 y 2010, y que 2024 fue el año más cálido registrado. “El país está cada vez más afectado por eventos climáticos extremos, lo que implica una presión creciente sobre el sistema de salud”, reiteró.
Señaló avances importantes desde 2017, como la realización del Primer Simposio sobre el Impacto del Cambio Climático en la Salud, la publicación del primer informe nacional sobre el tema, la alianza con el INAM en 2019, la definición de una agenda nacional de investigación en 2021, la Segunda Conferencia sobre Cambio Climático y Salud en 2023, la participación en la COP28 y la COP29, y el proceso de elaboración del Plan Nacional de Adaptación de la Salud al Cambio Climático (HNAP).

A continuación, Tatiana realizó una evaluación de lo que se ha venido haciendo en los últimos años, de acuerdo con los llamados “bloques de construcción de un sistema de salud” (véase la ilustración abajo), es decir, los elementos esenciales que, cuando están bien estructurados e interconectados, mejoran el funcionamiento del sistema. En términos de liderazgo y gobernanza transformadora, reiteró la importancia de que las autoridades nacionales participen en las COP y cuenten con políticas y planes nacionales multisectoriales que incluyan las cuestiones climáticas. En relación con el segundo bloque —fuerza laboral consciente del clima— destacó: la capacitación en mapeo de riesgos, vulnerabilidad y comunicación de riesgos a nivel provincial; la inclusión de asignaturas específicas de Clima y Salud en el Módulo de One Health de los Programas de Posgrado en Epidemiología de Campo y de Laboratorio (FETP) de la Universidad Eduardo Mondlane, la mayor del país; y en la Residencia Médica en Salud Pública (Colegio de Salud Pública).
Sobre el bloque de evaluaciones de riesgo y vulnerabilidad en Clima y Salud, mencionó el estudio de 2019, en el que se trabajaron numerosas variables y se realizó un diagnóstico de cómo el sistema de salud se ha ido adaptando al cambio climático y a los distintos determinantes de la salud, entre otros aspectos. “El estudio, mediante fórmulas matemáticas, logró definir el índice de vulnerabilidad climática de los 160 distritos del país, lo que permite una conducción y planificación más esclarecidas”, explicó, lamentando que los resultados mostraran que Mozambique aún enfrenta muchas dificultades en su capacidad de adaptación al cambio climático.
En el caso del bloque de Monitoreo integrado de riesgos y Alerta Temprana, Tatiana citó la creación, en 2015, del Observatorio de Clima, Ambiente y Salud en su país y destacó cuánto ha contribuido a la vigilancia integrada de riesgos y a los sistemas de alerta temprana de corto y largo plazo. “El Observatorio trabaja con datos secundarios ya existentes, no solo del sector salud, sino también de otros sectores, y esos datos se integran en una plataforma alojada en el Instituto Nacional de Salud. El Observatorio cumple dos funciones: analizar, a través de diversos indicadores, la situación actual de la salud y ayudar a trazar escenarios futuros. Los datos se transforman en información —por ejemplo, en informes— que apoyan la toma de decisiones tanto a nivel nacional como local”, explicó Tatiana. “Con ello, podemos anticipar, entre otras cosas, el riesgo de brotes de malaria y diarrea durante las épocas lluviosas. Al comparar las previsiones con la realidad, hemos observado un nivel de acierto cercano al 90 %, lo cual es fundamental para establecer planes de contingencia”, añadió.
En cuanto a la investigación en Clima y Salud, el sector aprobó a nivel nacional una Agenda de Investigación en Salud Humana (AGISA), que ya ha señalado cerca de 50 temas prioritarios para un período de diez años. “Antes, las investigaciones se centraban principalmente en las enfermedades infecciosas y emergentes. El nuevo plan incorporó nuevas áreas, con un enfoque más integrado, para brindar mayor apoyo al sistema de salud”, detalló Tatiana.
Una evaluación de las unidades sanitarias, realizada en 2024 a nivel local y provincial en dos de las once provincias mozambiqueñas, constituye el primer paso para abordar este componente. “De esta manera, podemos informar a las estructuras de salud sobre la vulnerabilidad según el tipo de evento y su correspondiente capacidad adaptativa”, señaló la investigadora.
Respecto al bloque de prestación de servicios: preparación y gestión de emergencias, programas informados y gestión de los determinantes ambientales, Tatiana subrayó que aún queda mucho por hacer, pero que ya se han logrado algunos avances. “Hoy ya contamos con componentes del sistema con brechas identificadas, que están siendo incorporadas en los planes sectoriales, en particular el HNAP, el Plan Estratégico del Sector Salud (PESS) y la Estrategia de Salud Ambiental en el contexto de Clima y Salud”, ejemplificó.
En el último bloque —financiamiento sostenible para Clima y Salud— Tatiana destacó el apoyo que Mozambique viene recibiendo de la OMS. “Estamos desarrollando propuestas, de manera individual o conjunta con otros países del África Austral, para ser presentadas al Green Climate Fund y al Adaptation Fund, con el objetivo de fortalecer capacidades e implementar acciones de adaptación en el sector”, informó. “A pesar de los avances, aún existen muchos desafíos por enfrentar”, lamentó. “Para quienes trabajamos con datos de salud y de otros sectores, persisten serios problemas de disponibilidad, acceso, intercambio y calidad de la información. También está la cuestión de los recursos financieros específicos y materiales; además, enfrentamos grandes desafíos en la creación de capacidades a nivel local y nacional, con profesionales de la salud, del área climática y de otros sectores. Por último, está el desafío de la sostenibilidad: necesitamos crear un sistema que integre y potencie los diversos sistemas de monitoreo, vigilancia e información que ya existen”, enumeró.
Para Tatiana, estos desafíos conducen a la reflexión de que es necesario implementar acciones en múltiples niveles, en lo relativo a la reducción de emisiones (mitigación), la mejora de las infraestructuras (pérdidas y daños) y la anticipación de riesgos e impactos (adaptación). En su opinión, sin embargo, también existen múltiples oportunidades viables que pueden y deben ser exploradas, y que implican una acción climática efectiva y equitativa, soluciones basadas en la naturaleza para la reducción de emisiones y estrategias de adaptación locales acordes con los contextos.
Para concluir su presentación, la investigadora enumeró algunas perspectivas nacionales de gran relevancia: finalizar, aprobar e implementar —aún en el primer semestre de este año— el Plan Nacional de Adaptación; rastrear y definir métricas de otros sectores que contribuyen al sector salud; incorporar métricas de salud en los distintos procesos de planificación nacional; y, finalmente, movilizar y acceder a fondos climáticos dedicados y sostenibles.
Vídeo do evento y presentaciones (PDFs)
- Seminário Internacional “Emergências climáticas e seus impactos na saúde global e nos sistemas nacionais de saúde (vídeo na íntegra)
Referencias:
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Crise ou colapso ecológico? Circuitos do capital produtores de danos ao ambiente e à saúde coletiva - vídeo do primeiro Seminário Internacional do Ciclo “Crise Estrutural do Capital e Emergência Climática na perspectiva da Determinação Socioambiental da Saúde”, realizado em 3 de dezembro de 2023, na EPSJV. Atividade integrante do Plano de Trabalho 2024-2027 do Centro Colaborador da Opas/OMS para a Educação de Técnicos em Saúde. Disponível em: https://www.youtube.com/watch?v=oSAyrqyxu6A
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Materiais sobre os nove limites do Planeta (Centro de Resiliência de Estocolmo):
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Nove limites mantêm equilíbrio da Terra; veja 4 já ultrapassados. (BBC News, 2021. Disponível em: https://www.bbc.com/portuguese/geral-59214427
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Terra pode já ter ultrapassado 7 dos seus 9 limites planetários; entenda o que são (G1, Globo, 2024). Disponivel em: https://g1.globo.com/meio-ambiente/noticia/2024/10/19/terra-pode-ja-ter-ultrapassado-7-dos-seus-9-limites-planetarios-entenda-o-que-sao.ghtml (texto) e https://g1.globo.com/meio-ambiente/video/terra-pode-ja-ter-ultrapassado-7-dos-seus-9-limites-planetarios-entenda-o-que-sao-13028048.ghtml (vídeo)
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6 dos 9 limites planetários já foram ultrapassados, segundo estudo publicado pelo Centro de Resiliência de Estocolmo 2024. Disponivel em: https://mercyforanimals.org.br/blog/6-dos-9-limites-planetarios-ja-foram-ultrapassados-segundo-estudo-publicado-pelo-centro-de-resiliencia-de-estocolmo/
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Coleção Saúde, Ambiente e Sustentabilidade da Fiocruz, 2018. Disponível em: https://portal.fiocruz.br/colecao-saude-ambiente-e-sustentabilidade
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Mudança do clima para profissionais da saúde: Guia de bolso (Opas/OMS): https://www.paho.org/pt/documentos/mudanca-do-clima-para-profissionais-da-saude-guia-bolso
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Insegurança Alimentar no Contexto da Pandemia da Covid-19 no Brasil (Rede Brasileira de Pesquisa em Soberania e Segurança Alimentar – PENSSAN). Disponível em: https://olheparaafome.com.br/wp-content/uploads/2022/06/Relatorio-II-VIGISAN-2022.pdf
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Vigia, povo! Um guia de vigilância popular em saúde (Abrasco). Disponível em: https://abrasco.org.br/wp-content/uploads/2024/03/Guia-de-Vigilancia-Popular-em-Saude.pdf
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Manejo do Mundo: conhecimentos e práticas dos povos indígenas do Rio Negro, Noroeste amazônico. Disponível em: https://acervo.socioambiental.org/acervo/publicacoes-isa/manejo-do-mundo-conhecimentos-e-praticas-dos-povos-indigenas-do-rio-negro#:~:text=Manejo%20do%20Mundo%20%C3%A9%20assunto,diversos%20procedimentos%20cerimoniais%20e%20cotidianos.
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Dicionário de Agroecologia e Educação (EPSJV/Fiocruz). Disponível em: https://www.epsjv.fiocruz.br/publicacao/livro/dicionario-de-agroecologia-e-educacao
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Incêndios Florestais e Mudanças Climáticas em Barcelos - Amazonas. Disponível em: https://acervo.socioambiental.org/sites/default/files/maps/2025-03/23d00085.pdf
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Ciclos anuais dos povos indéigenas no Rio Tiquiê (pesquisa). Disponível em: https://www3.socioambiental.org/teste/ciclostiquie/#:~:text=Ciclos%20anuais&text=O%20ano%20para%20os%20povos,Jararaca%2C%20no%20come%C3%A7o%20de%20novembro.
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Orientações da OMS para unidades sanitárias resilientes ao clima e ambientalmente sustentáveis (em espanhol). Disponível em: https://www.who.int/es/publications/i/item/9789240012226



