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Publicado en: 06/09/2019

La OMS retira el estatus de país libre de sarampión al Reino Unido y otros tres Estados europeos

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La Organización Mundial de la Salud ha alertado del "dramático auge" del sarampión en Europa, una enfermedad infecciosa prevenible mediante vacunas que llega a ser mortal y causar graves secuelas, en el último día 29. Aunque la tendencia es global, Europa preocupa especialmente a la OMS por el retroceso que el continente ha sufrido en el control de la enfermedad. "Vamos hacia la dirección equivocada", resumió Kate O´Brien, directora del Departamento de Vacunas e Inmunización de la Organización. Aunque la mayor parte del incremento se debe a las carencias de los sistemas sanitarios de los países del Este, la organización alerta del impacto de las tesis antivacunas y las noticias falsas ("fake news") en Europa Occidental.

Para Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, tras el auge de la enfermedad están en parte las noticias falsas sobre las vacunas que se difunden a través de las redes sociales. "Son tan contagiosas y peligrosas como las enfermedades que ayudan a propagar", ha lamentado. Cuatro países, Reino Unido, Grecia, Albania y República Checa, perdieron en 2018 el estatus de "país libre de sarampión", lo que significa que el virus ha vuelto a circular de forma autóctona. Es la primera vez que esto ocurre desde que la OMS instauró en 2012 este proceso de revisión de datos. La organización registró 89.994 casos de sarampión en 48 países europeos en la primera mitad de 2019, más del doble respecto al mismo periodo del año pasado y más que en todo 2018.  

En los primeros seis meses del año, 37 personas han muerto por sarampión en los 53 países que la OMS incluye en su oficina europea, cifra que ascendió a 73 en 2018. Un total de 35 países mantenían a fin de 2018 el estatus de "país libre" de la enfermedad. Son dos menos que el año anterior porque aunque cuatro Estados lo han perdido, dos lo han recuperado (Suiza y Austria). Entre los países en los que la enfermedad sigue siendo endémica están Alemania, Francia e Italia. El Reino Unido registró 953 casos en 2018 y 489 en los seis primeros meses de este año. En Grecia, estas cifras ascienden a 2.193 y 28 casos; a 1.466 y 475 en Albania; y a 217 y 569 en la República Checa.

"No son países con sistemas [de salud] particularmente débiles, lo que es una llamada de atención. No basta con lograr una cobertura nacional elevada,hay que hacerlo en cada comunidad y en cada familia", alertó O´Brien. El número de casos registrados en todo el planeta se triplicó entre el 1 de enero y el 31 de julio de 2019, con 364.808 enfermos, frente a 129.239 el año pasado en el mismo periodo. Los más numerosos se registraron en la República Democrática del Congo, Madagascar y Ucrania. Estados Unidos ha sufrido en el último año el mayor brote en un cuarto de siglo.

Brotes en España

No existe tratamiento contra el sarampión tras el contagio y la asistencia se centra en paliar los síntomas (fiebre alta, tos intensa, erupción cutánea, entre otros). Según datos de la agencia de salud pública de EE UU, una de cada cinco personas que contrae el virus será hospitalizada, uno de cada 20 niños sufrirá pulmonía y entre uno y tres de cada mil casos morirá y sufrirá secuelas neurológicas irreversibles. La enfermedad, sin embargo, es prevenible con dos dosis de la vacuna. La OMS estima en más de 20 millones el número de muertes evitadas en el mundo entre 2000 y 2016 gracias a la vacunación. 

España no escapa del aumento de la incidencia de sarampión en Europa. De estar casi erradicada hace una década, la enfermedad viene provocando en los últimos años “brotes esporádicos, siempre relacionados con algún caso importado de algún país donde la enfermedad es endémica”, explica Magda Campins, jefa de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. Los dos últimos de mayor relevancia han ocurrido en la primera mitad del año en Cataluña y la Comunidad de Madrid —con casos también en Guadalajara—, con casi 300 enfermos en total.

“Estos brotes se producen porque en España persisten bolsas de población mal inmunizadas. Como el virus del sarampión es muy contagioso, cualquier persona que entre en contacto con un caso importado resultará contagiada y el virus empezará a circular”, afirma Campins. Esta especialista destaca que “el riesgo es que estas bolsas de población crezcan y de ahí la necesidad de no bajar nunca la guardia con las políticas de vacunación y el peligro de las ideas antivacunas”.

El mayor de estos grupos en España es el de los adultos que nacieron en la década de los setenta, cuando la circulación del virus disminuyó —lo que dejó de inmunizar a todos aquellos que pasaban la enfermedad— pero las campañas de vacunación aún no llegaban a toda la población. Otro, que según Campins afecta al 20% de los enfermos en España, es el de los niños menores de un año, a los que aún no es posible vacunar. “Su seguridad depende de la protección que les da que el resto de la población esté vacunada”, en la llamada protección de rebaño, concluye Campins.

Américas registra 2.9000 casos de sarampión este año.

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